Alfabetización visual
La alfabetización visual se refiere a la capacidad de las personas para comprender, diseñar y difundir mensajes a través de canales visuales. Es más bien parte integrante de un mundo visualmente derivado, ya que proporciona a las personas formas de relacionarse con las imágenes y los medios de comunicación de manera crítica, aumentando así la capacidad de comprensión y comunicación en diferentes contextos.
Los elementos básicos de la alfabetización visual son la visualización, la interpretación y la producción de imágenes. La observación se ocupa de la identificación de las señales y partes visuales, la interpretación tiene por objeto la comprensión del significado que subyace a los elementos visuales, y la creación consiste en elaborar mensajes visuales de forma eficaz. Por ejemplo, el proceso de analizar la obra de arte consiste en ver los colores y las figuras, ver las emociones que transmite el artista e inspirarse para crear una obra de arte personal.
La comprensión y el uso de elementos visuales en lugar de la palabra escrita o hablada son de tal importancia que se han convertido en una parte importante de nuestra vida cotidiana. El hecho de que una simple representación gráfica de datos estadísticos o una ilustración pictórica puedan hacer más claros los mensajes y facilitar la comunicación con más eficacia que una larga descripción escrita o un comentario verbal, demuestra el poder persuasivo de la representación visual. La inclusión de una imagen visual o un gráfico de los resultados de un determinado artículo de investigación en un trabajo podría hacer más claro el resumen y, potencialmente, conseguir que más lectores se interesaran por él y mejorara la comprensión general.
La alfabetización visual es una parte importante de la educación porque ayuda a los estudiantes a enseñar la aplicación de las habilidades de análisis y crítica de los medios visuales que conducen al fomento del pensamiento crítico. La era digital, con su plétora de imágenes, actúa como un horno para los alumnos en el que necesitan aprender a distinguir las fuentes falsas y, al mismo tiempo, comprender la retórica visual. Por ejemplo, el estudio de los anuncios publicitarios podría facilitar la capacidad del alumno para identificar métodos persuasivos, además de la adquisición de destrezas de alfabetización mediática.
Por supuesto, la capacidad de leer imágenes también puede desarrollarse mediante el esfuerzo y la exposición a distintos medios visuales. La capacidad de exposición visual se ha potenciado mediante la realización de actividades como la creación de presentaciones visuales o el análisis de obras de arte y la participación en debates sobre imágenes. Actividades como la narración visual empujarían a los alumnos a representar una historia sólo a través de imágenes y, en este caso, aumentaría su capacidad de hacer narraciones visualmente.