Ayudas visuales
Las ayudas visuales ayudan a comunicar y comprender mejor presentando la información en forma de gráfico o pictórica. Forman parte integrante del proceso de enseñanza, explicación y otros ámbitos al convertir datos complejos en formas sencillas y más eficaces de implicar a la audiencia.
Es posible incluir en la comunicación de ideas una gran variedad de ayudas visuales, como cuadros, gráficos, imágenes, vídeos y presentaciones de diapositivas. A modo de ejemplo, los gráficos circulares son eficaces para expresar la distribución de los porcentajes, y las infografías son una combinación del texto y los elementos visuales que pueden presentar información compleja en un formato muy fácil de digerir.
Las ayudas visuales son útiles en el proceso de aprendizaje porque las utilizan los alumnos visuales y también ayudan a aclarar conceptos. Está demostrado que el material presentado de forma visual se recuerda más; por ejemplo, el uso de diagramas en una clase de ciencias puede permitir a los alumnos comprender procesos como la fotosíntesis mucho mejor que con la ayuda de un simple texto.
Para utilizar las ayudas visuales en las presentaciones con eficacia, procure que sean sencillas, pertinentes y despejadas. Utilice únicamente elementos visuales de alta calidad y limite el texto a los puntos clave. Por ejemplo, una diapositiva de PowerPoint debe tener un máximo de seis líneas de texto para mantener la atención del público y facilitar su comprensión.
Sin duda, los apoyos visuales pueden ser contraproducentes en situaciones en las que son demasiado complejos, distraen o no se ajustan bien al mensaje hablado. Un buen ejemplo es que mostrar demasiadas animaciones en una presentación de diapositivas puede desviar la atención del público de las sugerencias del orador, además de confundirlo y dificultarle la comprensión de los puntos principales.