Intervenciones escalonadas
El término "intervención escalonada" hace referencia a un enfoque sistemático en los ámbitos de la educación y la psicología que ofrece distintos niveles de apoyo en función de las necesidades de los individuos. El modelo es indispensable para identificar y analizar los diversos retos del aprendizaje, ayudando a garantizar que todos los alumnos reciban el nivel de ayuda adecuado para tener éxito.
Normalmente, las intervenciones escalonadas constan de tres niveles: El primer nivel son las estrategias universales que mejoran el aprendizaje de todos los alumnos, como la enseñanza de alta calidad en el aula. El segundo nivel son las intervenciones específicas para los alumnos que necesitan más apoyo, normalmente en pequeños grupos. El tercer nivel son las intervenciones muy específicas e individualizadas para alumnos con necesidades muy elevadas, a menudo con personal especializado.
. Las intervenciones por niveles son muy ventajosas para los alumnos, ya que garantizan que el apoyo educativo se base en las necesidades del alumno y, de este modo, el éxito académico es más seguro. Un ejemplo similar es que los alumnos que tienen dificultades con la lectura pueden recibir clases en grupos reducidos (nivel 2) centradas en la fonética, mientras que los alumnos con problemas graves pueden asistir solos a clases con un especialista en lectura (nivel 3). Este tipo de método individualizado es el que permite cerrar las brechas de rendimiento.
Es gracias a las evaluaciones que funcionan las intervenciones por niveles, ya que las evaluaciones revelan las necesidades de los alumnos y ayudan a sugerir el nivel de apoyo adecuado. Las evaluaciones continuas, como las formativas y las sumativas, pueden ayudar a los profesores a seguir el progreso de los alumnos y a tomar decisiones basadas en datos sobre su cambio de nivel en función de las necesidades cambiantes, lo que permite realizar intervenciones rápidas y eficaces.
Sí, las intervenciones por niveles son adecuadas para su uso práctico en diversos campos, incluidos la salud mental y los servicios sociales. Por ejemplo, en un entorno de salud mental, el nivel 1 puede incluir programas de información pública dirigidos a toda la comunidad. Por otro lado, el nivel 2 puede ofrecer la oportunidad de asistir a sesiones de terapia de grupo a aquellas personas que tengan problemas leves y, por último, el nivel 3 sería el que daría prioridad a la terapia individualizada a largo plazo para individuos con problemas graves, demostrando así la flexibilidad interdisciplinar del modelo.