Estructuración del plan de estudios (planificación del curso)
La estructuración del programa o la planificación del curso es la disposición de los materiales del curso, los resultados del aprendizaje, las evaluaciones y los métodos de enseñanza de forma sistemática. Es un paso previo para la consecución eficaz de los objetivos educativos y para que los estudiantes tengan una visión clara de sus tareas y expectativas a lo largo del programa.
Un programa de estudios bien organizado suele constar de varios elementos importantes: objetivos del curso, calendario semanal del contenido del curso, listas de lecturas, detalles de las tareas, métodos de evaluación y normas de asistencia y calificación. Por ejemplo, el programa de un curso de psicología puede expresar los objetivos, como la comprensión de las teorías psicológicas, e incluir un calendario de clases junto con los plazos de entrega de las tareas.
La base principal de la estructuración de los programas de estudios mediante objetivos de aprendizaje es que son los únicos que prevén de forma exhaustiva lo que se espera que los alumnos logren al finalizar el curso. Al hacerlo, ayudan a los instructores a alinear el contenido del curso y las evaluaciones con los resultados deseados. Por ejemplo, el objetivo de un curso es "Los estudiantes serán capaces de analizar y criticar los principales argumentos filosóficos" dirige la selección de lecturas y trabajos asignados específicamente dirigidos al desarrollo de las habilidades de pensamiento crítico.
La planificación del curso implica el componente de evaluación, ya que sirven para medir el nivel de aprendizaje y comprensión del material por parte del alumno. Las mediciones deben coordinarse con los objetivos de la enseñanza y pueden emitirse de diversas formas, como cuestionarios, proyectos o pruebas escritas. Por ejemplo, el objetivo de un curso que consiste en aprender los aspectos prácticos del análisis de datos puede evaluarse mediante un proyecto en el que los alumnos deban analizar un conjunto de datos y también hacer una presentación oral de sus conclusiones.
Incorporar un mecanismo de retroalimentación al plan de estudios es una forma de que los educadores lo hagan flexible y adaptable a las necesidades y progresos de los alumnos. Por ejemplo, si algunos estudiantes no rinden bien en un tema concreto, el profesor puede ampliar el plazo de esa sección o añadir más lecturas sobre ese tema. Además, al incorporar planes para evaluaciones alternativas, el profesor puede apoyar diferentes estilos de aprendizaje y dificultades inesperadas en sus clases.