Coaching centrado en el alumno
El Coaching Centrado en el Alumno es un enfoque que implica la priorización de las necesidades y los estilos de aprendizaje de los alumnos en el proceso de coaching. Lo principal que pretende el programa es trabajar conjuntamente con los profesores y los entrenadores para encontrar formas de mejorar las prácticas docentes y, al final, que los alumnos mejoren gracias a una asistencia centrada y a la evolución del aprendizaje.
La ética predominante del Coaching Centrado en el Alumno es la alianza, la personalización y la atención a los resultados obtenidos por los alumnos. Los entrenadores trabajan en equipo con los profesores para detectar y analizar las necesidades de determinados alumnos, y ajustan las estrategias de coaching en función de los requisitos. Por ejemplo, si un profesor quiere mejorar la capacidad de lectura y escritura de aquellos alumnos a los que les cuesta comprender, el coach puede ofrecer recursos específicos para abordar las distintas dificultades a las que se enfrenta el profesor.
A diferencia de los modelos típicos de coaching que se ocupan del rendimiento del profesor o del plan de estudios, el modelo de coaching centrado en el alumno explica las experiencias de aprendizaje y las necesidades de los estudiantes. Esta estrategia promueve un entorno para que los coaches se impliquen en prácticas de think&learn y utilicen hechos que informen sobre el impacto directo del aprendizaje de los alumnos con el fin de ajustar un coaching que fomente un entorno educativo más inclusivo y receptivo.
La importancia de los datos en el Coaching Centrado en el Alumno es tal que se utilizan como herramienta para tomar las decisiones correctas y, por supuesto, son esenciales para orientar sobre las estrategias de instrucción adecuadas. Los profesores y entrenadores suelen echar un vistazo a los datos sobre el rendimiento de los alumnos para decidir qué hay que mejorar o para comprobar si las estrategias aplicadas han sido eficaces. Un buen ejemplo sería que tuvieran acceso a los resultados de las pruebas estándar y que utilizaran las evaluaciones en el aula para preparar planes de intervención personalizados centrados en las carencias de habilidades específicas.
En un aula que esté aplicando el Coaching Centrado en el Alumno, un coach puede empezar por asociarse con un profesor para evaluar las necesidades de aprendizaje de los alumnos mediante evaluaciones formativas. Teniendo en cuenta los resultados, podrían elaborar juntos los planes de clase, que integrarían estrategias de enseñanza diferenciada. Supongamos que algunos alumnos van muy bien, mientras que otros tienen problemas con el mismo tema matemático, por lo que el coach puede ayudar al profesor a planificar las clases sugiriendo pequeños grupos de alumnos con diferentes niveles de habilidad.