Enfoque basado en los puntos fuertes
Con un enfoque basado en los puntos fuertes, se desplaza la atención hacia los puntos fuertes inherentes de las personas o los grupos para promover y facilitar el crecimiento, la resiliencia y los resultados favorables. Esta metodología se centra en las potencialidades y no en los impedimentos, es decir, en el empoderamiento mediante el fomento de la autoeficacia en diversos campos como la enseñanza, la terapia y el desarrollo organizativo.
Los principios básicos de un enfoque basado en las fortalezas implican el reconocimiento y la valoración de las fortalezas personales, el fomento de un entorno positivo y la defensa de la autodeterminación. Esta técnica se caracteriza por el trabajo en equipo y la afirmación del poder, lo que permite a los individuos adoptar su fuerza distintiva para combatir los problemas. Por ejemplo, en un contexto terapéutico, el asesor puede dar prioridad a los mecanismos de afrontamiento y los logros previos del cliente, en lugar de centrarse únicamente en sus problemas.
El Enfoque Basado en los Puntos Fuertes debe utilizarse en las escuelas mediante la identificación de los puntos fuertes e intereses de los alumnos y, en consecuencia, el desarrollo de sus experiencias de aprendizaje. Los profesores pueden establecer planes de clase individualizados que se basen en las habilidades de los alumnos, por ejemplo, pedir a los genios de las matemáticas que ayuden a los demás y a los estudiantes de bellas artes que ilustren los conceptos. No se trata sólo de una maniobra para aumentar el nivel de implicación, sino también de una forma de elevar la autoconfianza y la fuerza de voluntad de los alumnos.
El enfoque basado en los puntos fuertes en el lugar de trabajo tiene una correlación directa con el aumento del compromiso de los empleados, la satisfacción laboral y la productividad. Mediante el reconocimiento de los puntos fuertes específicos de los miembros del equipo, los directivos pueden delegar tareas que se adapten a las habilidades del trabajador, lo que se traduce en una mayor calidad del trabajo y un buen espíritu. A modo de ejemplo, un empleado con una comunicación verbal superior podría ser designado facilitador en las presentaciones, de este modo todo el equipo alcanzaría la máxima eficacia.
El enfoque basado en las fortalezas puede combinarse con éxito con otras formas de terapia, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia centrada en las soluciones. La combinación de ambas puede ayudar a los terapeutas a ayudar a los clientes no sólo a descubrir y utilizar sus puntos fuertes, sino también a elaborar estrategias para afrontar los retos. Por ejemplo, si un cliente aborda la reestructuración cognitiva pero también ve e introduce la resiliencia, como fortaleza personal clave, para superar los pensamientos negativos, con la ayuda de esta misma técnica.