Mesa redonda
Una mesa redonda es un tipo de conversación estructurada en la que las personas se reúnen para debatir un tema o asunto concreto de forma colaborativa. Es un formato que promueve la participación igualitaria y el intercambio de puntos de vista diferentes, por lo que es un método eficaz para desarrollar ideas, resolver problemas e impulsar la participación de las comunidades.
El objetivo central de una Mesa Redonda es promover un diálogo sin reservas y el intercambio de ideas entre los participantes. Su objetivo es que se formen diferentes perspectivas sobre un tema concreto, se establezca una colaboración y se llegue a un entendimiento mutuo. Un buen ejemplo puede ser, en un entorno corporativo, una Mesa Redonda que ayude a los empleados de varios departamentos a dar su opinión sobre cómo mejorar el proceso de trabajo.
Para que una mesa redonda sea productiva, primero hay que fijar unos objetivos claros, elegir un moderador experto y crear un ambiente agradable para todos los asistentes. Puede empezar por presentar el tema de debate, establecer unas normas internas de comunicación respetuosa y animar a todos a participar. Las herramientas visuales o las preguntas estructuradas también son útiles para centrar el debate y aumentar su productividad.
Las Conferencias de Mesa Redonda tienen varias virtudes con respecto a las reuniones tradicionales que se concretan en el fomento de la igualdad, debates más francos y lluvias de ideas colectivas que potencian la creatividad. A diferencia de las reuniones en las que sólo unos pocos hablan y controlan la conversación, en una Conferencia de Mesa Redonda todos los asistentes pueden hablar, lo que a menudo da lugar a un ambiente más creativo con la ayuda de los asistentes. Un ejemplo es que en un foro comunitario los residentes pueden comunicar directamente a los líderes locales sus preocupaciones y sugerencias.
Sin duda, las mesas redondas virtuales pueden llevarse a cabo con éxito a través de programas de videoconferencia como Zoom o Microsoft Teams. Para que el funcionamiento sea realmente fluido, algunas de las cosas que hay que hacer son: 1. establecer un orden del día claro, 2. utilizar salas para debates más reducidos, y 3. fomentar la participación mediante funciones interactivas como encuestas o chats. Un ejemplo podría ser la reunión del ayuntamiento virtual, en la que los asistentes pueden exponer sus puntos de vista sobre la' . . de la comunidad y, al mismo tiempo, pueden compartir sus ideas sobre cómo resolver los problemas, independientemente de dónde se encuentren.