Plazos renovables (evaluación flexible)
Los plazos móviles, también denominados evaluaciones flexibles, son un método en el que los estudiantes entregan sus tareas o evaluaciones en diferentes periodos durante un periodo determinado, en lugar de entregarlas en un momento específico. Este método favorece los distintos tipos de aprendizaje y es también una forma de mostrar simpatía por los dilemas de la vida de los estudiantes, por lo que fomenta el compromiso de éstos y minimiza el estrés derivado de unos plazos estrictos.
Esta es una bonita idea de cómo los plazos móviles, con su flexibilidad, pueden ayudar a los estudiantes a gestionar su tiempo de forma más eficaz y, al mismo tiempo, disfrutar de un equilibrio entre los estudios y lo personal. Por ejemplo, un estudiante con un trabajo a tiempo parcial o que cuida de un hijo puede seleccionar el mejor momento mientras está más preparado para entregar su trabajo, como resultado, tiene un mejor rendimiento y siente menos ansiedad.
Permitir que los profesores reciban los trabajos en diferentes momentos puede ser una de las formas de utilizar los plazos móviles para mejorar el proceso de evaluación, lo que, a su vez, puede mejorar la calidad de la retroalimentación y el compromiso. Es preferible que los profesores proporcionen a los estudiantes apoyo y herramientas particulares cuando envíen sus trabajos y, como resultado, los estudiantes tendrán una experiencia de aprendizaje más personalizada y desarrollarán sus habilidades de forma continua.
Sin duda, la introducción de plazos móviles puede plantear dificultades, como el mantenimiento de la equidad en la calificación, ya que algunos estudiantes podrían entregar sus tareas antes que otros. Para mantener el nivel de equidad, los profesores deben dar instrucciones explícitas sobre la última vez que van a dar su opinión y calificar. Además, se necesita una programación eficaz y un flujo de información preciso para gestionar bien los distintos calendarios de entrega.
El uso de plataformas digitales para el seguimiento de los envíos y la entrega de recordatorios a los estudiantes es una forma de hacer frente a los plazos cambiantes por parte de los educadores. La forma de mantener la organización es aclarar las normas, como el tiempo mínimo de entrega para recibir comentarios, y medir el apoyo estructurado con la ayuda de las sesiones de apoyo programadas. Por ejemplo, compartir una rúbrica con los criterios de puntuación puede permitir a los alumnos mantenerse al día con los plazos y mediar para que alcancen los objetivos de aprendizaje.