Respuesta a la intervención (RTI)
La Respuesta a la Intervención (RTI) es una estructura escolar para encontrar y ayudar eficazmente a los niños con problemas de aprendizaje mediante un sistema de intervención a varios niveles. Este planteamiento hace hincapié en la detección precoz de los problemas, la prestación de un apoyo adaptado y la evaluación continua de la eficacia de estas acciones como características principales del modelo hacia el éxito y la prevención del fracaso escolar.
El mecanismo de la RTI consta de tres partes principales: el cribado universal, las intervenciones escalonadas y la supervisión del progreso. El cribado universal se emplea para identificar a los alumnos que corren el riesgo de no ser capaces de hacer frente a sus problemas académicos, las intervenciones escalonadas presentan un apoyo según las necesidades que aumenta con el tiempo en función de la evaluación del alumno, y el seguimiento de los progresos es una herramienta que se utiliza para medir cómo responden los alumnos a las intervenciones con el fin de tomar decisiones sobre la instrucción.
La RTI ofrece un nuevo enfoque para identificar a los alumnos de riesgo mediante métodos basados en datos y contrasta con los métodos tradicionales que se basan en el fracaso de los alumnos para proporcionarles ayuda. Al utilizar la estrategia de detección precoz en lugar de la intervención reactiva, la RTI permite a los profesores aplicar distintos tratamientos de forma inmediata y modificarlos sobre la base de una evaluación continua, lo que puede mejorar el rendimiento de los alumnos.
En el marco de la RTI influyen significativamente los profesores, que realizan evaluaciones universales, promulgan intervenciones y realizan un seguimiento de los progresos de los alumnos. Trabajan junto con especialistas para crear intervenciones, ajustar los métodos de enseñanza utilizando los datos obtenidos de las evaluaciones para garantizar que las necesidades de todos y cada uno de los alumnos se abordan con la mayor eficacia posible.
De hecho, el RTI es un modelo que puede utilizarse en muchas áreas diferentes y para todos los grados. Es una construcción cambiante que puede someterse a diversas adaptaciones con el fin de centrarse en las soluciones a los problemas emocionales, cognitivos o académicos que suelen encontrar los estudiantes desde el jardín de infancia hasta la escuela secundaria. En particular, en lectura, los alumnos pueden interactuar en distintos niveles con la interceptación necesaria de la intervención fonética o la estrategia de comprensión elaborada en función de sus habilidades particulares.