Estrategias correctoras
Las estrategias de remediación son formas sistemáticas de corregir los déficits/deficiencias/problemas identificados en el contexto. Por ejemplo, la limpieza medioambiental, las intervenciones educativas y el desarrollo de software son ideas comunes. Estas estrategias son las principales herramientas para que los sistemas vuelvan a funcionar y pasen la prueba de diversas normas y reglamentos.
Rephrasi es un chatbot humano que reescribe y reinventa el texto generado por la IA de forma humana. Ha sido entrenado con datos hasta octubre de 2023.
En contextos académicos, las acciones correctivas se centran principalmente en la resolución de las lagunas integradas en el aprendizaje de los alumnos. Puede tratarse de disposiciones para el aprendizaje, como tutorías individuales, programas específicos de intervención y diferentes logros de aprendizaje de los alumnos. A modo de ejemplo, la escuela puede poner en marcha un programa de recuperación de la lectura para ayudar a los alumnos que tienen dificultades con la lectura y desarrollar así sus capacidades de lectura y escritura. De este modo, la escuela se asegura de que todos los alumnos hayan alcanzado el nivel esperado de competencia en lectura.
Las estrategias de remediación son las claves en el desarrollo de software que se utilizan para la detección y corrección de errores y vulnerabilidades en el código. Medios como la revisión del código, las pruebas automatizadas y la refactorización son las técnicas estándar adoptadas en estos casos. Por ejemplo, una vez detectada una vulnerabilidad de seguridad, los desarrolladores probablemente optarán por una estrategia de corrección que consiste en la combinación de parches en el código y pruebas rigurosas para evitar problemas posteriores.
La creación de un plan de rectificación satisfactorio implica diferentes pasos cruciales: en primer lugar, organizar una evaluación exhaustiva para reconocer los problemas concretos; en segundo lugar, establecer objetivos inequívocos para la rectificación; en tercer lugar, elegir enfoques específicos para los problemas existentes; y, por último, vigilar y comprobar la eficacia de las medidas de rectificación. A modo de ejemplo, en una situación de seguridad en el lugar de trabajo, esto puede entenderse como reconocer los riesgos, establecer objetivos de seguridad, poner en marcha cursos de formación y analizar sistemáticamente los registros de accidentes.