Enseñanza recíproca
La Enseñanza Recíproca es un método de enseñanza destinado a potenciar la comprensión lectora con la ayuda de la colaboración conjunta de profesores y alumnos. Consta de cuatro técnicas principales: predecir, preguntar, aclarar y resumir, que facilitan la implicación activa de los alumnos en la lectura y el desarrollo de su capacidad de pensamiento crítico.
La enseñanza recíproca se centra en cuatro estrategias principales: predecir, preguntar, aclarar y resumir. Para ilustrar esto, en una sesión de lectura, el profesor puede pedir a los alumnos que primero predigan lo que va a ocurrir a continuación en el texto, luego que formulen preguntas sobre el contenido, que aclaren las partes confusas y, por último, que resuman lo que han leído para consolidar su comprensión.
La enseñanza recíproca es una técnica pedagógica que ofrece a los alumnos la posibilidad de aprender y enseñarse mutuamente. Fomenta sobre todo sus actividades, como leer un texto, pensar críticamente sobre él e integrarlo con los conocimientos de sus compañeros. Veamos un ejemplo: si los alumnos se explican unos a otros un determinado concepto, no sólo refuerzan ese conocimiento, sino que ganan seguridad en su razonamiento lógico.
Por supuesto. Aunque la Enseñanza Recíproca está pensada principalmente para la comprensión lectora, su concepto básico puede adaptarse a otras asignaturas, como las ciencias y las ciencias sociales. Por ejemplo, en una clase de ciencias, los niños pueden hacer una predicción de los resultados de un experimento, formular preguntas sobre determinados conceptos científicos, explicar el significado de los términos y, por último, elaborar un resumen de lo que han aprendido, familiarizándose así con todo el tema.
En la enseñanza recíproca, el profesor desempeña el papel de facilitador: primero modela las cuatro estrategias y luego guía a los alumnos en su uso eficaz. Al principio, el profesor muestra cómo poner en práctica estas estrategias conjuntamente durante las sesiones de lectura antes de ceder gradualmente el control a los alumnos a medida que adquieren más confianza. El enfoque basado en el andamiaje es la garantía de que los alumnos no se limitan a entender las estrategias, sino que son capaces de ponerlas en práctica por sí mismos con el paso del tiempo.