Estrategias de intervención rápida
Los Pasos de Tratamiento Rápido son medidas in situ utilizadas para tratar problemas o complicaciones en tiempo real, normalmente en contextos educativos, laborales o de emergencia. Estos pasos son fundamentales para la identificación precoz del efecto negativo, por lo que aportan soluciones rápidas y una forma proactiva de pensar ante lo imprevisto.
En los entornos de aprendizaje, los métodos de intervención rápida pueden abarcar conjuntos de habilidades como la aplicación del refuerzo positivo, la retroalimentación inmediata y las técnicas de gestión del aula. Por ejemplo, cuando un alumno es disruptivo, el tutor podría aplicar la estrategia de control de proximidad acercándose al alumno para cambiar su comportamiento sin tener que parar la clase.
Las estrategias de intervención para combatir los conflictos en el lugar de trabajo pueden incluir técnicas de resolución como la mediación o la escucha activa. También pueden incluir intervenciones de gestión del rendimiento, como fijar expectativas claras y proporcionar feedback inmediato. Por ejemplo, cuando un miembro del personal rinde por debajo de sus posibilidades, un directivo puede celebrar una reunión cara a cara en la que averigüe cuáles son los obstáculos y le garantice apoyo inmediato.
En caso de situaciones urgentes, es evidente el papel fundamental de las estrategias de intervención rápida para mantener la seguridad y reducir los daños. Estas estrategias pueden llevarse a cabo de acuerdo con las medidas del jurado, la planificación de los traslados y los protocolos de comunicación de crisis. Del mismo modo, en el momento de una emergencia médica por delante, los primeros auxilios y la reanimación de la persona que ha dejado de respirar tan pronto como sea posible puede aumentar significativamente la tasa de supervivencia de este paciente antes de llegar a la instalación donde el personal médico está cualificado y están equipados de nuevo.
Los componentes clave en los que hay que pensar a la hora de llevar a cabo intervenciones a corto plazo incluyen el contexto de la situación, los requisitos específicos de las personas implicadas y los recursos de los que se dispone. Además, es vital tener en cuenta la eficacia potencial de la intervención, así como disponer de un plan de seguimiento que evalúe los resultados y posiblemente añada modificaciones.