Evaluaciones básicas rápidas
Las evaluaciones rápidas de referencia son herramientas de evaluación rápida que se utilizan para medir los conocimientos y las capacidades de referencia de individuos o grupos en un momento dado. Serán inevitables para averiguar las lagunas de aprendizaje, tomar decisiones sobre las estrategias de instrucción que deben incluirse y el ajuste de las intervenciones para alcanzar los resultados deseados en la educación.
Las evaluaciones iniciales más rápidas tienen tres funciones principales: averiguar los conocimientos y capacidades actuales de los alumnos; ayudar a los profesores a elaborar sus planes; e informar sobre la progresión durante el periodo de aprendizaje. A modo de ejemplo, un profesor puede llevar a cabo una breve evaluación al principio de una unidad de matemáticas para identificar qué alumnos ya conocen las nociones, lo que permite orientar una enseñanza concreta que aborde los aspectos específicos de los conceptos.
La forma más eficaz de que los profesores se aseguren de que se aplican las evaluaciones iniciales rápidas es idear evaluaciones breves y específicas que estén en consonancia con los objetivos de aprendizaje y puedan administrarse en 10-15 minutos. Por ejemplo, se pueden crear unas cuantas preguntas de opción múltiple en un breve cuestionario antes de empezar un nuevo tema para evaluar la comprensión de los alumnos de las ideas centrales y, así, personalizar la enseñanza en función de ello.
Las plantillas más populares son las grabaciones de vídeo o screencasts, las aplicaciones para tomar notas, las presentaciones de diapositivas, las herramientas interactivas y las plataformas de colaboración en equipo. Además, una presentación de diapositivas con una actividad interactiva incorporada puede ser un medio muy atractivo de enseñar una lección.
Las evaluaciones iniciales rápidas ayudan a los profesores indicándoles cuáles son las principales dificultades del alumno en muy poco tiempo, lo que puede ayudarles a realizar ajustes en la enseñanza de forma inmediata. Para los alumnos, estas evaluaciones pueden especificar sus propios malentendidos y mostrarles así los aspectos necesarios en los que deben centrarse, lo que resultará más personalizado y eficaz.