Evaluación por productos
En la evaluación basada en productos, los estudiantes o los evaluadores elaboran sus productos de aprendizaje para evaluar sus conocimientos y capacidades. Este estilo de evaluación es bastante significativo porque permite la utilización real de los conocimientos, fomenta la creatividad y ofrece una perspectiva mucho más amplia de las capacidades del alumno que los métodos de examen convencionales.
El método de evaluación basado en productos tiene numerosas ventajas, como una mayor participación y motivación de los estudiantes, que pueden expresar sus conocimientos en situaciones realistas. Por ejemplo, los estudiantes de diseño pueden construir un modelo para un producto, demostrando así de forma práctica su dominio de los parámetros de diseño. Además, este tipo de evaluación brinda la oportunidad de desarrollar la reflexividad y la creatividad.
Las evaluaciones basadas en el producto pueden utilizarse para los proyectos alineados con los objetivos de aprendizaje, mediante el diseño de directrices y rúbricas claras para la evaluación, junto con la combinación adecuada de formatos (por ejemplo, grupal, individual) que incluyan la elección del alumno en los temas del proyecto. Un ejemplo es cuando un profesor de ciencias pide a los alumnos que creen un modelo de un ecosistema. Por un lado, evalúa su comprensión de los conceptos ecológicos y, por otro, fomenta la creatividad y la innovación.
Las evaluaciones basadas en productos plantean sus propios problemas, como la desigualdad de recursos que pueden tener los alumnos y los criterios subjetivos de calificación. Así que, para hacer frente a estos problemas, los educadores pueden ofrecer distintos tipos de proyectos que se adapten a las diferentes habilidades y materiales disponibles. Para el proceso de evaluación, pueden adoptar la rúbrica estandarizada para lograr el objetivo de evaluaciones justas y objetivas. Un ejemplo es la oferta de herramientas digitales a los alumnos que no disponen de los materiales físicos necesarios, con el fin de igualar las ventajas.
Ciertamente, las evaluaciones basadas en productos pueden ajustarse eficazmente al aprendizaje en línea mediante el uso de plataformas virtuales. Los profesores pueden aprovechar herramientas como las presentaciones de vídeo, los portafolios digitales o las simulaciones interactivas para que los alumnos demuestren su trabajo. A modo de ejemplo, un alumno podría realizar una campaña de marketing digital para un producto ficticio y, al compartirla durante una videoconferencia, no sólo demostraría su capacidad creativa, sino también su capacidad analítica en un entorno virtual.