Enfoque de corazón nutrido
El Enfoque del Corazón Nutrido es una metodología centrada en las relaciones y diseñada específicamente para ayudar no sólo a la inteligencia emocional, sino también a los comportamientos positivos de los niños, especialmente los que tienen comportamientos problemáticos. Se centra en observar y alimentar la grandeza natural de cada niño, guiando, en este caso, la mejora de la autoestima y la resiliencia a través de la retroalimentación positiva y la conexión real.
El Enfoque del Corazón Nutrido se construye con tres principios fundamentales, a saber: 1) "Claridad absoluta" respecto al comportamiento esperado, 2) "Energía" que redirige la atención a reconocer y celebrar los comportamientos positivos en lugar de ocuparse únicamente de los negativos, y 3) "Establecimiento de límites" que es justo y estable. Por ejemplo, un padre no se limita a regañar a un niño por interrumpir la conversación, sino que llama la atención sobre el hecho de que el niño escucha bien al quedarse callado, actuando así de forma positiva.
La forma particular de hacer las cosas tiene un impacto directo en los niños con comportamientos difíciles. En lugar de implicarlos en conductas negativas, se les reorienta hacia los rasgos y logros positivos. A través del refuerzo constante del comportamiento deseable, los niños llegan a asociar el éxito exclusivamente con interacciones positivas y, en consecuencia, son capaces de autorregularse y socializar mejor. Por ejemplo: Un niño que no puede controlarse para hacer cosas sin pensar puede recibir elogios por ser paciente y esa puede ser la forma definitiva de animarle.
Definitivamente, el Enfoque del Corazón Nutrido es el que mejor se utiliza en las escuelas. Es la vía que los profesores pueden utilizar para construir una escuela con energía positiva donde los alumnos se sientan auténticos y apreciados. Por ejemplo, un profesor puede utilizar un sistema de dar a los alumnos puntos de "energía", por ejemplo, cuando muestran amabilidad o colaboración con los demás, y, con ello, reforzar las interacciones positivas entre compañeros y, como resultado, mejorar toda la dinámica del aula.
Mediante su proceso activo de reconocimiento y fomento de los puntos fuertes y los comportamientos positivos de su hijo, los padres son los ejecutores cruciales del Enfoque del Corazón Nutrido en casa. Pueden crear un entorno de apoyo mediante las pequeñas victorias que celebran, las expectativas claras que establecen y la retroalimentación constante que proporcionan. Por ejemplo, un padre elogiaría la capacidad lectora de su pequeño para completar los deberes asignados, aparte de la única nota que reciba, y esa interacción, a su vez, le ayudará a tener más confianza en sí mismo y a estar más motivado.