Enseñanza del Medio Natural (NET)
Como enfoque educativo centrado en el alumno, la NET o Enseñanza del Medio Natural integra el mundo natural en el proceso de aprendizaje, dando prioridad a las experiencias reales y a las interacciones medioambientales. Estas acciones no sólo crean conciencia ecológica entre los alumnos, sino que también les ayudan a establecer la conexión que tienen con su entorno, lo que en última instancia redunda en una mejor comprensión de los sistemas ecológicos y la sostenibilidad.
El aprendizaje experiencial y el aprendizaje basado en la indagación son los conceptos principales de la Enseñanza del Medio Natural: los alumnos interactúan directamente con su entorno y pueden hacer preguntas y explorar su entorno, respectivamente. Por ejemplo, una lección NET podría consistir en que los alumnos estudiaran la biodiversidad local observando plantas y animales en un parque cercano, lo que estimularía su interés y les permitiría comprender mejor las relaciones ecológicas.
En lugar de aprender en un aula tradicional, los alumnos podrían pasar su tiempo en un entorno natural, lo que favorece sus ejercicios como el equilibrio y la negociación, su bienestar emocional y sus habilidades sociales mientras trabajan juntos al aire libre. Por ejemplo, una tarea en equipo sobre la salud del suelo puede ser una forma de mejorar la colaboración al tiempo que se crea un sentimiento de responsabilidad hacia el medio ambiente.
Entre los retos que plantea la aplicación de la enseñanza en el medio natural figuran los problemas logísticos, la dependencia de las condiciones meteorológicas, los problemas de seguridad en entornos al aire libre y la necesidad de formación del profesorado en conceptos ecológicos. Además, las escuelas pueden enfrentarse a la restricción curricular de dar prioridad a los exámenes estandarizados en lugar del aprendizaje experimental, lo que dificulta la plena integración de las prácticas en el marco educativo existente.
En definitiva, la Enseñanza del Medio Natural puede integrarse en los planes de estudios actuales alineando las actividades al aire libre con las normas y asignaturas académicas. Por ejemplo, una clase de ciencias sobre los ecosistemas puede hacerse más interesante llevando a los alumnos a explorar los hábitats locales, mientras que una clase de literatura puede incluir paseos por la naturaleza que inspiren la escritura y la reflexión. Esta integración no sólo enriquece el plan de estudios, sino que hace que el aprendizaje sea más interesante y pertinente.