Enfoque natural (aprendizaje de idiomas)
El Enfoque Natural es una metodología de aprendizaje de idiomas creada por Stephen Krashen y Tracy Terrell que subraya la importancia de la comunicación y la comprensión naturales en lugar de la instrucción gramatical convencional. Su enfoque principal es la adquisición del lenguaje a través de interacciones significativas y la exposición a input comprensible lo que lo hace importante para es el desarrollo de las habilidades y la fluidez del lenguaje genuino.
El Enfoque Natural se basa en dos principios fundamentales: el énfasis en la comunicación y la importancia del input comprensible. Consigue que los alumnos participen en conversaciones de la vida real que son significativas para ellos sin preocuparse por sus errores (si los hay) y, de ese modo, llegan a aprender las lenguas como lo hacen los hablantes nativos. Un ejemplo de ello es cuando un profesor utiliza imágenes y señales manuales para enseñar a los alumnos el significado de palabras nuevas con el telón de fondo de la frase.
A diferencia de los métodos convencionales que se centran principalmente en la teoría de la gramática y el trabajo de memoria, el Enfoque Natural se basa principalmente en la interacción a través de situaciones de la vida real que implican la exposición a la lengua. Esta técnica reduce el miedo del alumno al permitirle estudiar a su ritmo, desplazando el énfasis del habla a la comprensión. Un buen ejemplo es un método estándar que se centraría en formas verbales repetidas, mientras que el Enfoque Natural emplearía una historia para representar el uso de los mismos verbos en acción.
El input es el aspecto principal del Enfoque Natural; destaca la importancia de la exposición a una lengua que está un poco por encima del nivel actual de comprensión del alumno (i+1). Esto ayuda a los alumnos a desplazar el vocabulario y las estructuras nuevas sin esfuerzo. Por ejemplo, un alumno que comprende frases sencillas, la audición de frases un poco más paralelas con estructuras diferentes, o la lectura de las mismas, en función de ello, le ayudará en el desarrollo lingüístico de forma eficaz.
La simulación de situaciones de la vida real, como los juegos de rol, la narración de historias y los juegos interactivos que fomentan la comunicación entre los participantes, pueden ser las actividades inmersivas más importantes a través de las cuales se puede utilizar el Enfoque Natural en el aula. Además, el profesor puede utilizar objetos reales, como canciones, vídeos y libros, para enriquecer el input lingüístico. Por ejemplo, los alumnos pueden escuchar un cuento y después debatirlo en parejas; así utilizarán el nuevo vocabulario en el contexto adecuado y al mismo tiempo reforzarán su comprensión.