Instrucción multisensorial
Instrucción multisensorial
La instrucción multisensorial es un marco educativo que emplea una combinación de los sentidos para facilitar la comprensión y memorización de la información. Su importancia radica en que abarca varios tipos de aprendizaje, por lo que es adecuada para alumnos con necesidades diversas, incluidas las personas con dificultades de aprendizaje.
¿Cuáles son los componentes clave de la enseñanza multisensorial?
La instrucción multisensorial, que incluye elementos visuales, auditivos y cinestésicos, es el componente central. Por ejemplo, un profesor que enseña una nueva palabra de vocabulario puede mostrarla visualmente en una pizarra, pronunciarla en voz alta y hacer que los alumnos demuestren su significado ejecutando la palabra. Este método es beneficioso para el aprendizaje de los alumnos, ya que ayuda a trabajar con distintas regiones del cerebro.
¿Cómo beneficia la enseñanza multisensorial a los alumnos con dificultades de aprendizaje?
La instrucción multisensorial ofrece vías alternativas para procesar la información, lo que resulta útil para los alumnos con dificultades de aprendizaje. Por ejemplo, los alumnos disléxicos pueden tener dificultades para leer; sin embargo, pueden utilizar fichas de letras como material táctil para aprender fonética a través del tacto y, en consecuencia, mejorar su lectura y su confianza.
¿Puede dar un ejemplo de estrategias multisensoriales en una clase de matemáticas?
Un profesor que imparta una clase de matemáticas sobre la suma puede utilizar ayudas visuales como fichas, componentes auditivos que impliquen que los alumnos cuenten en voz alta y actividades kinestésicas que hagan que los alumnos agrupen físicamente objetos para presentar problemas de suma. Esta multitud de formas ayuda a los alumnos a captar el concepto de adición mediante diferentes experiencias sensoriales y, por tanto, mejora su comprensión.
¿Qué dificultades pueden encontrar los educadores a la hora de poner en práctica la enseñanza multisensorial?
No poder hacerlo puede ser un problema para los profesores, que tienen que lidiar con la falta de recursos, horarios muy exigentes y perderse la formación de desarrollo profesional sobre los mismos que se requiere para ejecutar la idea anterior. Por ejemplo, puede que algunas aulas no dispongan del equipo necesario para un programa práctico y los profesores tengan que utilizar su imaginación y sus recursos o acudir a cursos de formación para dominar las nuevas ideas.