Aprendizaje basado en el movimiento
La técnica de enseñanza centrada en el Aprendizaje Basado en el Movimiento es una estrategia que combina la realización de movimientos físicos con el aprendizaje académico. Este programa se considera importante porque potencia la función cognitiva, involucra a más estudiantes y ayuda a alumnos con diversos estilos de aprendizaje al permitirles aprender a través de la actividad física y las experiencias cinestésicas.
Aprender mediante el movimiento conlleva muchas ventajas, como el aumento de la concentración y el recuerdo de los conocimientos, la mejora de la salud física y la potenciación de las habilidades sociales. Por ejemplo, integrar en las clases actividades como el baile o las carreras de relevos puede ser una forma eficaz de aprender cosas nuevas, ya que la actividad física activa las funciones cerebrales y hace que el aprendizaje sea más duradero.
El aprendizaje basado en el movimiento puede ser introducido a los alumnos por los profesores mediante el diseño de clases que incluyan ejercicio, como el empleo de juegos de rol para historia o juegos matemáticos que requieran saltar o correr a diferentes estaciones. A modo de ejemplo, un profesor podría organizar una yincana matemática en la que los alumnos resolvieran problemas situados en distintos puntos, contrastando así el aprendizaje convencional y el basado en el movimiento.
Es cierto que el Aprendizaje Basado en el Movimiento se aplica a todos y cada uno de los grupos de edad, desde los preescolares hasta los adultos. Normalmente, los escolares de corta edad sacan el máximo partido de actividades de movimiento sencillas, como saltar o dar palmas a las letras del abecedario, mientras que los alumnos de cursos superiores pueden participar en actividades de varias etapas, como, por ejemplo, caminar y hacer estiramientos en grupo, que son divertidas y productivas al mismo tiempo. De este modo pueden mejorar tanto la concentración como la colaboración.
Según los resultados de la exploración, el aprendizaje basado en el movimiento demuestra claramente ser la forma de mejorar el rendimiento académico y el bienestar general de los estudiantes. Por ejemplo, en un artículo publicado en 2016 en la revista Journal of Educational Psychology se señala que los estudiantes que participan en actividades basadas en el movimiento obtienen mejores resultados en los exámenes estandarizados que los estudiantes tradicionales.