Módulos de microaprendizaje
Las unidades de microaprendizaje son pequeños módulos de formación destinados a impartir conocimientos y habilidades de forma breve y específica. Mantenerlos es esencial para la retención y el compromiso de los alumnos, ya que son los que facilitan que los estudiantes digieran la información rápida y cómodamente; en su mayoría se imparten a través de diversos formatos multimedia como vídeos, cuestionarios o contenidos interactivos.
Los módulos de microaprendizaje ofrecen una serie de ventajas, como el aumento de las tasas de retención gracias a su brevedad, el fomento de la participación del alumno a través de contenidos interactivos y la flexibilidad de ser materiales en el tiempo del alumno. Considere un escenario en el que un equipo de ventas utiliza un módulo de vídeo de 5 minutos para familiarizarse con una nueva característica del producto a un ritmo rápido antes de una reunión con el cliente.
El microaprendizaje es uno de los métodos que las organizaciones pueden poner en práctica identificando en primer lugar objetivos de aprendizaje específicos y creando después contenidos modulares que aborden esos objetivos desarrollándolos posteriormente. El uso de plataformas compatibles con dispositivos móviles permite a los empleados aprender en cualquier lugar y sobre la marcha. Por ejemplo, una empresa puede crear varios módulos breves de formación sobre cumplimiento que los empleados puedan terminar en su tiempo libre o mientras se desplazan al trabajo.
Los paquetes de microaprendizaje pueden incluir diversos contenidos, como vídeos breves, infografías, cuestionarios, podcasts y simulaciones interactivas. Esta combinación de distintos tipos de contenidos responde a las necesidades de los diferentes estilos de aprendizaje; por ejemplo, a un alumno visual puede resultarle muy útil ver una infografía que resuma los conceptos clave, mientras que un alumno auditivo preferiría escuchar un podcast que hable del mismo contenido.
El microaprendizaje es un nuevo modo de aprendizaje que contrasta con los métodos de formación convencionales, que hacen hincapié principalmente en unidades de estudio más cortas y sencillas, que se asimilan en menos tiempo, en lugar de las sesiones prolongadas. La formación tradicional suele llevar mucho tiempo, ya que requiere varias horas de clase, mientras que el microaprendizaje permite a los alumnos estudiar en un formato reducido que se ajusta a la capacidad de atención y a los apretados horarios modernos. Por ejemplo, en lugar de un seminario de un día de duración, los trabajadores podrían hacer una serie de módulos de 10 minutos a lo largo de una semana.