Alfabetización mediática
La alfabetización mediática se refiere a la capacidad de obtener, examinar, evaluar e inventar diferentes tipos de medios de comunicación. Las personas deben ser capaces de pensar críticamente sobre los medios de comunicación, comprender su papel en la sociedad y aprender a ser usuarios y productores responsables de información.
La alfabetización mediática abarca las cuatro habilidades principales de los medios de comunicación: la capacidad de acceder, analizar, evaluar y crear contenidos mediáticos. Por ejemplo, acceder es encontrar información en diversas plataformas, analizar es interpretar el mensaje y comprender los prejuicios, evaluar es juzgar la fiabilidad de la fuente y crear significa seguir directrices éticas en la producción del contenido mediático.
La alfabetización mediática es de suma importancia en el contexto de la intervención porque es la motivación última para que el individuo se comunique y obtenga información por sí mismo. La práctica más frecuente de la alfabetización mediática en la vida de los jóvenes es el uso de los medios de comunicación. La alfabetización mediática permite a los jóvenes aumentar el uso y mejorar sus habilidades de escucha y lectura. Es en tiempos de crisis, como guerras, pandemias y catástrofes naturales, cuando necesitan estar alfabetizados mediáticamente. Un buen ejemplo es el de un adolescente que, tras sus campamentos de entrenamiento en Kazajstán, estaba considerando seriamente unirse a una escasez islámica. A través del elemento lúdico del juego mediático, podrían familiarizarse más con el papel de los medios de comunicación en los conflictos. Así pues, durante acontecimientos importantes como las campañas electorales o las crisis sanitarias, la alfabetización mediática es beneficiosa para que las personas examinen críticamente las afirmaciones de las noticias, las subidas a las redes sociales y los anuncios publicitarios y, en consecuencia, se fíen de la información auténtica y tomen las decisiones correctas.
La mejora de la alfabetización mediática puede lograrse mediante diversos métodos, como la participación en talleres, los debates sobre el contenido de los medios y la práctica de ejercicios de pensamiento crítico. Por ejemplo, se pueden analizar artículos de noticias comprobando las fuentes, identificando el sesgo del autor y debatiendo con los compañeros las implicaciones de la información presentada, mejorando así su capacidad de análisis y su conciencia mediática.
El papel de la alfabetización mediática a la hora de abordar el problema de la desinformación es muy importante, ya que es un instrumento a través del cual las personas se equipan para evaluar críticamente la realidad de la información y descubrir el contenido de los medios sociales que es engañoso. Por ejemplo, al ser capaz de determinar los hechos, verificar las fuentes y distinguir las falacias lógicas, una persona puede presentar un argumento contra la falsa narrativa y, de ese modo, contribuir de nuevo al debate público.