Enfoques cinestésicos
Las estrategias kinestésicas son una combinación de técnicas de enseñanza y aprendizaje que se basan en el movimiento físico para ayudar a los alumnos a comprender y recordar mejor el material. Estas técnicas son muy valiosas porque sirven a los alumnos, que aprenden mejor cuando se implican de forma práctica, con lo que la formación resulta más interactiva y eficaz.
Los enfoques cinestésicos suelen utilizar técnicas como la representación de papeles, los juegos de simulación y los experimentos prácticos. Por ejemplo, en una clase de ciencias los alumnos pueden realizar experimentos sobre reacciones químicas, mientras que en una lección de historia pueden adoptar el papel de personajes históricos y recrear acontecimientos para comprender mejor su significado histórico.
Los enfoques kinestésicos son los más adecuados para los alumnos táctiles, que obviamente son muy activos y se dedican a tareas prácticas. Al incorporar el movimiento a las clases, estos enfoques no solo ayudan, sino que consiguen que todos los alumnos participen, conectando así los conceptos teóricos con las aplicaciones prácticas y facilitando el aprendizaje.
Sin duda, los métodos kinestésicos pueden utilizarse en muchos otros entornos aparte de las clases, por ejemplo, en la formación corporativa, el entrenamiento deportivo y los talleres cívicos. Un buen ejemplo que aclara este punto es la actividad corporativa de creación de equipos que implica la participación en actividades físicas que fomentarán el trabajo en equipo y la colaboración de los compañeros de trabajo, convirtiendo el aprendizaje kinestésico en sus habilidades sociales.
El movimiento en las clases, aunque beneficioso, es un reto educativo al que se enfrentan la mayoría de los profesores dependiendo del tipo de centros en los que enseñan, debido a la limitación de recursos, espacio y tiempo de los profesores. Además, la parte más difícil es supervisar el compromiso emocional de todos los alumnos en el aula y comprobar si todos ellos participan en sesiones de aprendizaje activo. Pero, como ya se ha dicho, la instrucción con movimientos lineales aumenta el compromiso kinestésico-visual, que está por encima de la tasa media de aprendizaje. Además, si los profesores planifican bien el uso de los tipos de actividades de preaprendizaje, imparten las clases de forma más eficaz. Por último, pueden reutilizar el elemento cinestésico en la siguiente unidad de aprendizaje.