Coaching integrado en el puesto de trabajo
El coaching integrado en el puesto de trabajo es un método de mejora del profesorado que fusiona el coaching individual en el puesto de trabajo del profesor, lo que permite obtener feedback cualitativo y apoyo en el momento. Este procedimiento es vital desde el punto de vista del aprendizaje y la mejora constantes que, en consecuencia, aumentan la instrucción y el rendimiento de los alumnos.
Los elementos más importantes del coaching integrado en el puesto de trabajo son el trabajo conjunto en la planificación, la observación y las sesiones de retroalimentación. Los coaches colaborativos permanecen junto a los profesores y fijan objetivos, los observan y comentan positivamente su actuación. A modo de ejemplo, un coaching consistía en que un profesor ayudara a otro a enseñar observando una lección sobre una nueva estrategia didáctica y hablando sobre su eficacia después de la lección.
A diferencia del desarrollo profesional convencional, que suele incluir talleres o seminarios alejados del aula, el coaching integrado en el puesto de trabajo es personalizado y específico del contexto. Tiene lugar en el entorno real de trabajo del profesor, lo que contribuye a la necesidad real de asistencia que aborde los problemas individuales del aula del profesor. En lugar de celebrar una única sesión sobre la gestión del aula, por ejemplo, un coach puede colaborar directamente con un profesor para adaptar las estrategias en el momento.
La incorporación del coaching integrado en el puesto de trabajo en los centros educativos no sólo mejora las competencias docentes, sino también la retención de los profesores y los resultados de los alumnos. Mediante la prestación de asistencia práctica continua, los profesores perciben que están más seguros y reciben mejor apoyo, lo que conduce a la reducción del estrés. Por ejemplo, las escuelas que han utilizado esta estrategia suelen observar que los niveles de participación de los profesores han subido junto con el cambio positivo en el ambiente de toda la escuela.
Los métodos para aplicar el coaching integrado en el puesto de trabajo en las escuelas consisten en fijar objetivos específicos, formar a los coaches y crear una cultura de colaboración. Es esencial dedicar tiempo a las sesiones de coaching y asegurarse de que tanto los coaches como los profesores participan plenamente en el proceso. Por ejemplo, los controles periódicos y los circuitos de retroalimentación pueden ayudar a mantener el enfoque en la mejora continua.