Protocolo de lectura Jigsaw
El Protocolo de Lectura Jigsaw es un método de enseñanza que se basa en la idea de leer material de infracción en fragmentos de forma colaborativa en equipo. Fomenta la capacidad de lectura de los alumnos, es decir, que leen, o son, "expertos" en un segmento de texto específico, que luego entregan a sus compañeros, comprometiendo y facilitando sus habilidades de comunicación junto con sus habilidades de comprensión.
El Protocolo de Lectura Jigsaw está diseñado principalmente para mejorar la comprensión y retención del material de lectura por parte de los alumnos mediante el aprendizaje cooperativo. Al dividir el material de lectura en trozos, los alumnos se concentran en determinadas partes, lo que les permite adquirir conocimientos primero y transmitirlos después a sus compañeros, lo que a su vez favorece su aprendizaje y ayuda también a desarrollar la capacidad de trabajo en equipo.
El paso inicial del protocolo de lectura Jigsaw consiste en que el profesor divide el material de lectura en numerosos segmentos, que posteriormente se entregan a pequeños grupos de alumnos. Cada equipo aprende cuidadosamente su segmento del material y practica su presentación a los demás. Con el conocimiento adecuado de su sección, los alumnos se unen a nuevos grupos y cada miembro explica el tema principal, asegurándose de que todos los alumnos aprenden el material por completo mediante el método de enseñanza entre iguales.
Las ventajas del Protocolo de Lectura Jigsaw son la mejora de la comprensión lectora, la mejora de las habilidades comunicativas y sociales, y el aumento del compromiso con el material a través de la motivación. Los alumnos aprenden a ser responsables de su aprendizaje, ya que no sólo aprenden su segmento sino que también enseñan a sus compañeros, lo que aumenta su confianza y esto les lleva a comprender mejor el texto en su conjunto.
En definitiva, el Protocolo de Lectura Jigsaw es lo suficientemente flexible como para ser utilizado con diferentes asignaturas y grupos de edad. Por ejemplo, es posible utilizar textos más breves y sencillos para alumnos de primaria; por el contrario, con alumnos de secundaria se pueden asignar materiales más complejos. Además, puede utilizarse junto con ciencias, historia o literatura, lo que lo convierte en una estrategia versátil para fomentar el aprendizaje colaborativo en todo el plan de estudios.