Núcleo de instrucción
El núcleo instructivo denota los vínculos básicos entre tres elementos primarios de la educación: el alumno, el instructor y el material que se enseña. Sólo comprendiendo los vínculos entre estos tres elementos se obtendrá la clave para mejorar el aprendizaje de los alumnos, ya que un cambio en uno de ellos repercute directamente en los demás.
El núcleo de la instrucción consta de tres partes: el alumno, el profesor y el contenido. Cada componente es importante: el alumno se implica con el contenido, el profesor dirige y asesora el proceso de aprendizaje, y el contenido es un medio a través del cual se adquieren los conocimientos y las destrezas. Al aportar un material de lectura interactivo a una clase, el profesor muestra cómo se relacionan entre sí los componentes, ya que el alumno mejorará así su capacidad de comprensión.
El núcleo instructivo está siempre interconectado, de modo que cuando se modifica un componente, afecta directamente a los otros dos. Un profesor que emplee un enfoque didáctico novedoso dará lugar a una situación diferente en cuanto a la forma en que los alumnos comprenden y aprenden el material. Por ejemplo, cuando un profesor utiliza el aprendizaje basado en proyectos, los alumnos pueden obtener una visión más completa del tema, lo que a su vez fomentará un mayor interés y motivación.
El factor fundamental del Núcleo de Instrucción es que sirve de base para/en la reforma educativa para trabajar y analizar la relación entre las prácticas de enseñanza, el diseño curricular y el compromiso de los estudiantes, primero para la mejora conjunta de los resultados del aprendizaje y luego para tomar las decisiones que sean necesarias y den lugar a la renovación. Centrándose en estos elementos interrelacionados, los profesores y los responsables políticos podrían tener la perspicacia necesaria para tomar medidas que, a largo plazo, proporcionen avances responsables. Por ejemplo, un centro de enseñanza podría esperar mejores resultados de los alumnos directamente de la aplicación de nuevos planes de estudios tras invertir en un curso de desarrollo profesional para profesores en el que se incluyan los nuevos métodos.
Un aula de matemáticas, donde un profesor utiliza manipulativos para enseñar fracciones, es un claro ejemplo del Núcleo Instructivo en acción. En este caso, el profesor da ayuda e instrucciones directas, el contenido se muestra de forma figurada y los alumnos participan activamente con los materiales. Esta interacción activa favorece la comprensión de las fracciones además de crear un entorno de aprendizaje colaborativo, demostrando así el funcionamiento eficaz del Núcleo Instruccional.