Mapeo grafema-fonema
El mapeo grafema-fonema es el proceso de relacionar los símbolos escritos específicos (grafemas) y sus respectivos sonidos (fonemas) utilizados en la lengua hablada. Este mapeo desempeña un papel fundamental en la comprensión de la fonética, el refuerzo de las capacidades lectoras y la mejora de la alfabetización, ya que La decodificación de palabras a través de la ortografía y la pronunciación conocidas es una forma práctica y útil para que los alumnos táctiles/auditivos/visuales capten la fonética.
El mapeo grafema-fonema es un factor clave para el desarrollo de la lectoescritura de los alumnos porque les ayuda a descodificar las palabras conociendo las relaciones entre letras y sonidos. Esta habilidad introduce a los alumnos en la pronunciación de nuevos términos, con lo que mejora su velocidad lectora, y también ayuda a mejorar su comprensión del texto, convirtiendo esta destreza en una piedra angular de la enseñanza de la lectura.
El aprendizaje del grafema-fonema puede ser más eficaz si se aplican determinadas estrategias, como la enseñanza de la fonética, ayudas visuales como las tablas de letras y sonidos, y actividades prácticas como la clasificación de sonidos o la construcción de palabras. Por ejemplo, los profesores pueden proponer la palabra nueva, diseccionarla en sus fonemas individuales y, después, demostrar a los alumnos cómo unir estos fonemas para leer la palabra completa.
Por supuesto, pero se trata de un caso especial de dificultades de aprendizaje en escolares con dislexia. La herramienta de aprendizaje Graphene-Phoneme Mapping ayuda a los alumnos a alcanzar la instrucción fonética organizada y el grado de mapeo explícito de sonidos y letras por parte de los profesores. De este modo, están mejor equipados para descodificar correctamente los textos, lo que a su vez se traduce en una mejora de la lectura y un aumento de la autoestima en las habilidades de lectoescritura.
Algunos de los problemas de intuición del Mapa Grafema-Fonema para los alumnos pueden ser, por ejemplo, la mezcla de sonidos similares, el espacio de patrones ortográficos inexplicables e incoherentes y la incapacidad para mezclar sonidos. Por ejemplo, a un alumno puede costarle distinguir entre los sonidos de la "b" y la "d" o tener problemas para mezclar los sonidos de una palabra como "gato". Para que estos alumnos tengan éxito, será fundamental abordar estos impedimentos mediante una práctica centrada y una enseñanza cuidadosa.