Liberación gradual de responsabilidad (GRR)
La Liberación Gradual de Responsabilidades (GRR) es una metodología de enseñanza centrada en el traspaso de la responsabilidad del aprendizaje del profesor al alumno. Prescribe un progreso lento y constante de la instrucción dirigida por el profesor al trabajo autodirigido del alumno, cultivando así la capacidad de pensar críticamente y promoviendo la autonomía del alumno en el proceso de aprendizaje.
El modelo GRR es un marco que incluye cuatro fases diferentes: Yo lo hago, Nosotros lo hacemos, Vosotros lo hacéis juntos y Tú lo haces solo. Durante la fase "Yo lo hago", el profesor muestra un concepto o una habilidad, modelando lo que se espera conseguir. En la fase "Nosotros lo hacemos", el profesor y el alumno trabajan juntos como parte de la práctica colaborativa. La fase "Tú lo haces" es el momento en que los alumnos trabajan en parejas o en pequeños grupos para practicar y, por último, la fase "Tú lo haces solo" es cuando los alumnos demuestran su comprensión por sí solos.
Por ejemplo, un profesor que enseña una estrategia de comprensión lectora puede empezar por mostrar la estrategia ("Yo lo hago"), luego motivar a los alumnos para que la practiquen juntos ("Nosotros lo hacemos"), después practicarla en grupo ("Vosotros lo hacéis juntos") y, por último, dejar que los alumnos la utilicen solos durante una tarea de lectura ("Tú lo haces solo"). Mediante la evaluación y la retroalimentación frecuentes en relación con esta actividad, el profesor se da cuenta de la progresión del alumno en la actividad.
Con la estrategia GRR, al asumir la responsabilidad de su aprendizaje, los alumnos desarrollan una comprensión y un recuerdo más profundos del material. Desde el principio, este sistema siembra la semilla de la autonomía y el autocontrol en los alumnos, que acaban convirtiéndose en individuos seguros de sí mismos que dominan la capacidad de aplicar sus habilidades a diferentes situaciones. Además, también da cabida a distintos métodos de enseñanza, ya que los instructores pueden ajustar su asistencia a las necesidades de los distintos alumnos en cada etapa.
De hecho, el marco GRR demuestra una amplia aplicabilidad en diferentes asignaturas como matemáticas, ciencias y estudios sociales. Un ejemplo de ello es una clase de matemáticas en la que un profesor puede mostrar primero cómo resolver un problema paso a paso ("Yo lo hago"), luego guiar a los alumnos para que trabajen juntos en problemas similares ("Nosotros lo hacemos"), darles la oportunidad de resolver nuevos problemas en parejas ("Vosotros lo hacéis juntos") y, por último, comprobar su comprensión mediante una serie de tareas independientes de resolución de problemas ("Tú lo haces solo"). La versatilidad de la GRR como estrategia didáctica se ve reforzada por esta adaptabilidad.