Temas Generativos (Freire)
Los temas generativos, acuñados por primera vez por Paulo Freire, son los conceptos o ideas críticas que se materializan a través del diálogo y la reflexión que tienen lugar en el aula. De hecho, proporcionan una plataforma para que los alumnos relacionen sus experiencias personales y antecedentes culturales con una visión más amplia de la sociedad y, de este modo, se conviertan en pensadores críticos y personas socialmente responsables.
Los temas generativos son temas importantes que conciernen a los problemas de los alumnos y son pesos comunes para el desarrollo sostenible y pueden estudiarse a través de la educación. Surgen al hablar y pensar, lo que permite a los alumnos trabajar a fondo con los materiales que corresponden a sus contextos. Un tema generativo que explore la "justicia social" como propuesta principal dirigiría los debates hacia la desigualdad y daría a los alumnos la capacidad de analizar críticamente el papel que desempeñan en la sociedad.
Los temas innovadores añaden valor al aprendizaje gracias a la relevancia de la enseñanza y al contexto creado. Ayudan a los alumnos a establecer relaciones entre sus experiencias vitales y el contenido de la lección, lo que engendra en mayor medida su plena participación y la coactividad en el aula. Un ejemplo de ello podría ser una clase en la que los alumnos debatan los problemas medioambientales desde la perspectiva de la contaminación local que repercute en sus comunidades, creando así una situación de empoderamiento para que los alumnos actúen e impulsen el cambio.
Un ejemplo real de un tema generativo en aplicación podría ser "identidad y cultura". En una clase, los alumnos podrían profundizar en sus historias y civilizaciones multiculturales, lo que daría lugar a diálogos sobre la representación de la cultura y la importancia de la diversidad. Este tema en particular es un proceso bidireccional, que enriquece la percepción que los alumnos tienen de sí mismos y, por tanto, desarrolla su respeto y admiración por las experiencias de otras personas y, en última instancia, da lugar a un entorno educativo más inclusivo y diverso.
La principal forma que adopta el diálogo es la adecuación del mismo para configurar el entorno de enseñanza-aprendizaje, ya que los alumnos hablan por sí mismos. A medida que los alumnos dialogan, el profesor se da cuenta de cuáles son los intereses de los alumnos y modifica el plan de estudios en consecuencia. Por ejemplo, un profesor puede mantener un debate sobre temas de actualidad, estimulando a los alumnos a decir lo que piensan; esto puede revelar al supervisor temas fuertes sobre los que hay que trabajar.