Modelos de plena inclusión
Los modelos de inclusión total son entornos de escolarización a distancia en los que los alumnos con discapacidades se incorporan a las aulas generales y tienen el mismo acceso al aprendizaje. Este paradigma cree en la cooperación de todos los profesores, el apoyo a las diversas necesidades de aprendizaje y la idea de que todos los alumnos prosperan en entornos inclusivos.
Los modelos de inclusión total se basan en la idea de que todos los alumnos, independientemente de sus capacidades, tienen derecho a ser educados en aulas generales. Este modelo se basa en las ideas de cooperación de los profesores, asistencia individualizada y la importancia de establecer una atmósfera amistosa en el aula. Por ejemplo, un profesor de educación especial y otro de educación general pueden trabajar juntos en una estrategia de coenseñanza para garantizar que cada alumno tenga el apoyo y la ayuda necesarios.
Los alumnos con discapacidad pueden utilizar los recursos curriculares, aprender e interactuar socialmente con sus homólogos sin discapacidad a través de los Modelos de Plena Inclusión. Esta práctica de inclusión reúne a los alumnos con los que no tienen discapacidad y, de este modo, estos últimos se dan cuenta de sus puntos en común y aprenden de ellos comportamientos sociales. Aumenta la autoestima y se entabla amistad con otros alumnos de circunstancias diferentes. Por ejemplo, un alumno que pertenece al espectro autista podría prosperar en una escuela ordinaria, donde tiene la oportunidad de estudiar junto con otros alumnos implicados, participar en proyectos de grupo y hacer amigos.
La puesta en práctica de los modelos de inclusión total conlleva una serie de retos a los que se enfrentan principalmente los profesores, como su diferente formación y disposición a cooperar en el apoyo a alumnos divergentes, la falta de recursos y también la colaboración continua del personal que se recomienda. Además, es posible que los profesores tengan problemas para conciliar las necesidades individuales de los alumnos con discapacidades con el cumplimiento de las normas académicas por parte de todos los alumnos. La mejora de la formación profesional de los profesores y el establecimiento de sistemas de apoyo pueden ser algunas de las formas de abordar estos retos.
En los modelos de inclusión total, los padres tienen éxito porque insisten en los derechos y necesidades de su hijo, colaboran con los profesores y forman parte del proceso de elaboración del IEP. La colaboración de los padres en el proceso pone de manifiesto los rasgos y retos únicos que posee su hijo, de modo que se teje una asociación entre el alumno y el profesor. Por ejemplo, los padres pueden hablar sobre la forma de aprender de su hijo, lo que puede utilizarse como nuevas ideas para la enseñanza en el aula.