Análisis exploratorio de datos (contexto educativo)
El progreso distintivo más importante que debe realizarse en la educación es a través del Análisis Exploratorio de Datos (AED), que se refiere al proceso de cartografiar y representar visualmente los conjuntos de datos para llegar a conclusiones, patrones, tendencias y percepciones. El AED es una de las herramientas que permite alcanzar los objetivos de desarrollo curricular, provisión de procesos de aprendizaje más eficaces y mejora de los resultados de los estudiantes mediante la obtención de datos educativos globales de forma exhaustiva.
Los métodos de visualización de datos como histogramas, diagramas de caja y diagramas de dispersión, así como los estadísticos de resumen, están muy extendidos en EDA. Algunos ejemplos de estadísticas de resumen son la media, la mediana y la desviación estándar. Como buen ejemplo, el diagrama de caja muestra la representación de la distribución de las puntuaciones demográficas de las pruebas de los alumnos sobre áreas de interés para una intervención adecuada.
El Análisis Exploratorio de Datos (AED) no sólo ayuda a los educadores, sino también a los administradores, a tomar decisiones con la ayuda de tendencias y anomalías en un conjunto de datos concreto. Por ejemplo, comparando las estadísticas de asistencia con el rendimiento académico de los alumnos, las escuelas pueden detectar fácilmente a los niños en situación de riesgo e idear soluciones adecuadas para esos alumnos en particular que, a su vez, conducirán a estos estudiantes a una mejor retención y rendimiento.
El proceso de visualización de datos en EDA es indispensable, ya que ayuda a convertir conjuntos de datos multidimensionales en una forma gráfica que la gente pueda entender y, por lo tanto, es más fácil identificar las tendencias y los valores atípicos. Un ejemplo de ello es el gráfico de barras que relaciona el rendimiento de los alumnos en diferentes asignaturas y que revela al instante los temas a los que se debe proporcionar material adicional o cambiar la instrucción.
En un entorno escolar, el AED puede practicarse observando los resultados de los exámenes estandarizados de los alumnos a lo largo de un periodo de tiempo para detectar cambios en el rendimiento. Por ejemplo, si los datos reflejan que hay un descenso constante en las puntuaciones de matemáticas, los profesores pueden iniciar una investigación más profunda, como la eficacia del plan de estudios o la implicación de los alumnos, que culmine en la mejora de las estrategias aplicadas.