Análisis del discurso
El análisis diacrítico es una investigación del uso del lenguaje a un nivel superior al de la frase que menciona el impacto que el contexto, los factores sociales y la configuración tienen en la comunicación. Es fundamental para la adquisición de significado en muchas situaciones comunicativas frecuentes, como la comunicación oral, escrita y visual.
Las principales técnicas del Análisis del Discurso son el Análisis de la Conversación, que estudia la disposición y el orden de la interacción hablada; el Análisis Crítico del Discurso, que se dirige al lenguaje, el poder y la sociedad y su correlación; y el Análisis Narrativo, que es el estudio del papel de las historias en el establecimiento del autoconcepto y las experiencias. Cada enfoque constituye una forma distinta de observar la lengua en un contexto social.
El Análisis del Discurso se aplica a muchos campos de formación, como la educación, los medios de comunicación y un campo de estudio sociolingüístico. Para aclararlo, los educadores lo aplican para estudiar la comunicación en el aula y sacar provecho de ella, mientras que los analistas de discursos políticos lo estudian para conocer los distintos marcos y modos de persuasión. Este movimiento les ha enseñado a desvelar mejor las dinámicas e influencias sociales en juego.
El análisis del discurso se basa en una amplia variedad de herramientas y enfoques, como la transcripción de textos hablados, la codificación temática y por patrones y programas informáticos de análisis cualitativo como NVivo y Atlas.ti. Estas metodologías ofrecen a los investigadores la posibilidad de analizar exhaustivamente textos e interacciones, descubriendo así distintas facetas del uso de la lengua y los contextos sociales.
Los retos que plantea el análisis del discurso, como el aspecto personal de la interpretación, la dificultad de los entornos sociales y el requisito de interdisciplinariedad, crean la necesidad de este tipo de debates. Para garantizar la validez y la fiabilidad, los investigadores deben tener cuidado y hacer frente a los sesgos mediante el uso de marcos metodológicos estrictos, lo que puede resultar especialmente difícil en el caso del análisis de discursos interculturales.