Aprendizaje basado en el diseño
El aprendizaje basado en el diseño (ABD) es una práctica muy centrada en la fabricación de artefactos reales como herramienta de aprendizaje. Aplica conceptos y métodos de diseño al plan de estudios mediante el aprendizaje basado en proyectos, lo que permite a los alumnos resolver problemas y pensar de forma crítica al tiempo que desarrollan la creatividad y trabajan en colaboración.
Los aspectos más destacados del Aprendizaje Basado en el Diseño son el protagonismo de los estudiantes, el diseño iterativo y la relevancia para el mundo real. Los estudiantes son los que desempeñan el papel principal en su proceso de aprendizaje con este método: identifican problemas, plantean soluciones, hacen prototipos y pulen sus diseños en función de los comentarios recibidos. Por ejemplo, los niños de una clase de ciencias pueden crear un modelo de ecosistema sostenible, con lo que, paralelamente, comprenden los principios ecológicos y practican sus habilidades de diseño.
El aprendizaje basado en proyectos es creativo a partir del aprendizaje práctico, y los proyectos son una parte importante del mismo. En este estilo no se utiliza en absoluto el aprendizaje de memoria ni los exámenes estandarizados. El método de enseñanza que se suele utilizar es aquel en el que los alumnos no participan en las actividades. El DBL es el estilo de enseñanza que instruye a los alumnos para que no permanezcan pasivos, sino que se impliquen en el material, cooperen con sus compañeros y utilicen los conocimientos que adquieren para encontrar soluciones a problemas de la vida real. Por ejemplo, en lugar de estudiar teorías de ingeniería, los alumnos podrían colaborar en grupos para construir un modelo de puente, utilizando así los principios de la física en una situación de la vida real.
Algunos de los proyectos del Aprendizaje Basado en el Diseño pueden ser la construcción de un huerto comunitario, la creación de una aplicación móvil que resuelva un problema local o el diseño de una campaña de concienciación pública sobre el cambio climático. En estos casos, los estudiantes trabajan en la investigación, el diseño y la ejecución de sus proyectos, lo que a su vez conduce al desarrollo del pensamiento crítico y las habilidades de colaboración mientras se enfrentan a problemas reales. Por ejemplo, los estudiantes que están desarrollando una aplicación para móviles pueden realizar entrevistas a los usuarios y, a continuación, basando su prototipo en los comentarios recibidos, mejorarlo iterativamente.
La incorporación del Aprendizaje Basado en el Diseño a la educación conlleva diversas ventajas, como un mayor compromiso, una mejor capacidad para resolver problemas y una mayor retención de conocimientos. Cuando los estudiantes perciben que su trabajo es relevante para su aprendizaje y participan directamente en el proceso de diseño, se muestran más entusiastas a la hora de estudiar. Además, el modelo de aprendizaje DBL cultiva el trabajo en equipo y la capacidad de comunicación, ya que los estudiantes suelen participar en tareas de grupo para elaborar sus proyectos. Por ejemplo, un proyecto DBL en el que los alumnos tengan que idear el diseño de un edificio energéticamente eficiente abarcará de forma integrada materias como la arquitectura, la ingeniería y las ciencias medioambientales.