Método de demostración
El método de demostración es una técnica que adoptan los profesores cuando realizan una tarea o una actividad delante de los alumnos, permitiéndoles verla paso a paso. Esta técnica sirve sobre todo para las asignaturas prácticas, ya que los alumnos pueden comprender ideas difíciles viendo la aplicación real y adquiriendo experiencia práctica.
El método de demostración tiene numerosas ventajas, como el desarrollo de habilidades prácticas, el aumento del interés de los alumnos a través del aprendizaje visual y la posibilidad de obtener información instantánea. A modo de ejemplo, en una clase de ciencias, un profesor que lleva a cabo una reacción química muestra a los alumnos la realidad de fenómenos observables que podrían ser demasiado abstractos o difíciles de descifrar únicamente mediante la lectura de un libro de texto.
El Método de Demostración es especialmente útil en áreas que necesitan habilidades prácticas de forma adversa, como la ciencia, la cocina, la formación técnica y las artes escénicas. Por ejemplo, en las clases de cocina, un chef que hace una demostración de la preparación de un plato concreto no sólo da a los alumnos la oportunidad de aprender distintas técnicas culinarias, sino que también les ayuda a mejorar sus habilidades de presentación de una forma muy práctica.
Para utilizar el método de demostración de la mejor manera posible, los profesores pueden, en primer lugar, planificar meticulosamente las demostraciones según las instrucciones, hacer preguntas a los alumnos para mantener su interés y darles la oportunidad de practicar. Por ejemplo, un instructor de carpintería puede mostrar inicialmente el uso correcto de las herramientas y, a continuación, los alumnos pueden seguir el mismo proceso con la corrección del instructor.
Los problemas del método de demostración pueden consistir en que los alumnos se conviertan en observadores pasivos en lugar de participantes activos, y en el peligro de falta de comunicación si la explicación de la demostración no es clara. Los instructores deben hacer lo contrario, capacitando plenamente a los alumnos para que interactúen con las cosas y elaboren el material de partida, por ejemplo, participando en una sesión de preguntas y respuestas.