Protocolos de recogida de datos
Los protocolos de recogida de datos son el modo de trabajo organizado que se elabora para recoger, llevar a cabo y registrar datos de forma estructurada. Son fundamentales para garantizar la integridad, fiabilidad y pertinencia de los datos, por lo que son esenciales para la investigación, las encuestas y otras actividades basadas en datos.
Los elementos fundamentales de un protocolo de recogida de datos son un objetivo bien articulado, una selección de fuentes de datos, métodos de recogida de datos establecidos (por ejemplo, encuestas, entrevistas, observaciones), una estrategia de muestreo y normas para la gestión y el análisis de los datos. Por ejemplo, una encuesta sanitaria podría mencionar que los datos se recopilarán mediante cuestionarios en línea, dirigidos a un grupo demográfico concreto para garantizar ideas significativas.
El cumplimiento de las directrices éticas en la recopilación de datos es primordial, ya que se trata de proteger los derechos de los sujetos, además de garantizar la integridad de la investigación. Obtener el consentimiento informado, garantizar la confidencialidad y minimizar cualquier posible daño a los participantes forman parte de estas directrices. Por ejemplo, una investigación centrada en temas delicados necesita disponer de la información de los participantes con cuidado, de forma que no se viole la privacidad.
Los protocolos de recogida de datos pueden aumentar la fiabilidad de las conclusiones al realizar la investigación según los mismos métodos, alejados o ajenos al sesgo y la variabilidad. Por ejemplo, al administrar un cuestionario uniforme a los sujetos de un estudio en distintos lugares, el equipo de investigación garantiza que a todos los encuestados se les formulan las mismas preguntas y, por tanto, sus respuestas se ven afectadas por las mismas condiciones ambientales, lo que permite una comparación más válida de los resultados.
La introducción de protocolos de recogida de datos debe incluir formación; esto se debe a que, a través de la formación, los encargados de la recogida de datos adquieren las habilidades y los conocimientos necesarios para seguir los protocolos correctamente. La formación sólo puede ser adecuada si incluye la discusión de los objetivos de la investigación, la práctica de las herramientas de recogida de datos y la formación de los investigadores en las medidas de prevención del COVID-19. Por ejemplo, los investigadores de campo que hayan recibido formación sobre la técnica de la entrevista estructurada tendrán más posibilidades de recopilar un conjunto uniforme de datos entre distintos entrevistadores.