Modelo concreto-representacional-abstracto (CRA)
El Modelo Concreto-Representacional-Abstracto (CRA) es un sistema instructivo estructurado cuyo objetivo es mejorar la comprensión matemática de los alumnos pasando de las experiencias concretas al razonamiento abstracto. Da importancia al uso de manipulativos y otras ayudas visuales para un aprendizaje y una retención eficaces de los conceptos matemáticos.
El modelo CRA, que se compone irrevocablemente de tres fases, Concreta, Representacional y Abstracta, es básicamente un proceso cíclico. En la fase inicial, Concreta, los alumnos utilizan objetos físicos reales o manipulativos para la exploración táctil de los principios matemáticos. Después, en la etapa Representativa, los alumnos pasan a utilizar dibujos lineales o diagramas para ilustrar visualmente lo que han comprendido. Por último, en la etapa Abstracta, sólo manejan símbolos y números de forma independiente, sin ayudas físicas, lo que les permite generalizar conocimientos y resolver problemas por sí mismos.
El modelo CRA puede ser aplicado por los profesores comenzando con la introducción de un concepto matemático mediante el uso de manipulativos, por ejemplo, bloques para sumar o restar. Una vez que los alumnos han aprendido el concepto mediante actividades prácticas, los profesores pueden pasar a la fase de representación, en la que los alumnos pueden hacer dibujos o utilizar diagramas para mostrar sus cálculos. Por último, los profesores pueden conducir a los alumnos a la etapa Abstracta, en la que resuelven problemas mediante ecuaciones numéricas, con lo que los alumnos están seguros de los principios subyacentes antes de pasar a utilizar símbolos abstractos.
El modelo CRA tiene muchas ventajas, como el aumento de la comprensión, la mejora de la retención de conceptos y la posibilidad de que los alumnos se guíen de forma diferente. Comenzando con experiencias tangibles, los alumnos son capaces de crear y comprometerse activamente con los conceptos del abstraccionismo. Este enfoque en tres pasos facilita a los alumnos todo el aprendizaje de las matemáticas, lo que se convierte en un antecedente de su mejor capacidad para resolver problemas y razonar.
Definitivamente, el modelo CRA también puede encontrar aplicación en diferentes disciplinas, no sólo en matemáticas, sino también en ciencias y lengua y literatura. Por ejemplo, en ciencias, los alumnos podrían utilizar inicialmente modelos tangibles de moléculas (Concreto), después podrían ilustrar reacciones químicas mediante diagramas (Representativo) y, por último, podrían utilizar ecuaciones químicas para describir las reacciones (Abstracto). Del mismo modo, en lengua y literatura, los alumnos pueden representar el argumento de una historia (Concreto), crear mapas de la historia (Representativo) y analizar temas o personajes utilizando términos literarios (Abstracto).