Mapas conceptuales colaborativos
Los mapas conceptuales colaborativos son una herramienta visual que permite a individuos o grupos organizar y representar conocimientos de forma colaborativa. Pone de relieve las conexiones entre conceptos, fomentando la comunicación y la comprensión compartida, esenciales para un trabajo en equipo y una resolución de problemas eficaces.
Los mapas conceptuales colaborativos no sólo mejoran el aprendizaje, sino que también desarrollan el compromiso activo y el pensamiento crítico entre los alumnos. Es una herramienta que ayuda a los alumnos a ver los conceptos asociados, facilitándoles así una mejor comprensión del tema. Por ejemplo, una clase con alumnos de ciencias medioambientales puede elaborar en colaboración un mapa conceptual que relacione el cambio climático, los ecosistemas y el impacto humano, lo que da lugar a debates más productivos y a ideas más colaborativas.
Los equipos podrán utilizar eficazmente la técnica de Mapas Conceptuales Colaborativos tras el primer reconocimiento del tema central o problema que debe abordarse. A continuación, pueden recabar aportaciones de todos los miembros del equipo para realizar una lluvia de ideas sobre conceptos relacionados utilizando herramientas digitales como MindMeister o Google Jamboard que permiten la colaboración en tiempo real. Por ejemplo, el equipo de marketing podría identificar las secciones del recorrido del cliente. De este modo, tendrían que garantizar que todas las ideas están en su sitio, lo que podría dar lugar a estrategias más completas.
Entre las herramientas digitales que pueden utilizarse para los mapas conceptuales colaborativos figuran Coggle, Lucidchart y Miro. Estas plataformas ofrecen la posibilidad de arrastrar y soltar, editar en tiempo real y compartir mapas con los miembros del equipo. Por ejemplo, Miro puede ser utilizado por el grupo de investigación para crear simultáneamente un mapa conceptual durante la reunión virtual, apoyando su deliberación cooperativa de la información.
Entre los problemas específicos a los que pueden tener que enfrentarse los equipos figuran las perspectivas variables sobre las relaciones entre conceptos, los distintos niveles de conocimiento sobre las herramientas de cartografía y el posible predominio de los debates por parte de los miembros más locuaces. Para gestionarlos eficazmente, en primer lugar los equipos deben acordar normas de colaboración; a continuación, debe fomentarse la participación equitativa de todos los miembros; y, por último, debe organizarse la formación sobre las herramientas de cartografía. Por ejemplo, antes de empezar a trabajar en la cartografía del concepto, un equipo de proyecto podría organizar un taller que permita a todos los miembros utilizar el software.