Evaluación del estilo cognitivo
La evaluación de los estilos cognitivos es una de las diversas herramientas que se utilizan para determinar la forma principal que tiene una persona de recibir e interpretar la información, así como de enfrentarse a los problemas. Gracias a estos programas de formación, podría mejorarse la comprensión de los distintos estilos cognitivos, lo que a su vez redundaría en una mejor comunicación, trabajo en equipo y aprendizaje, ya que el aprendizaje, la comunicación y el trabajo en equipo estarían más en consonancia con los puntos fuertes y las preferencias individuales.
La evaluación del estilo cognitivo trata de valorar las modalidades cognitivas personales en el pensamiento, el aprendizaje y el procesamiento de la información. El conocimiento del estilo cognitivo dota a organizaciones, educadores, etc. de herramientas para elaborar entornos de aprendizaje personalizados y mejorar las estrategias de comunicación. Por ejemplo, a un estudiante que prefiere aprender visualmente se le podrían mostrar algunos diagramas y gráficos de visualización, mientras que un pensador que se inclina más por el lado analítico podría tener preferencia por las explicaciones más completas.
La evaluación del estilo cognitivo puede realizarse mediante distintas técnicas, como cuestionarios de autoinforme, entrevistas y técnicas de observación. Estas evaluaciones suelen implicar situaciones o tareas que indican las preferencias de una persona en el razonamiento y el procesamiento de la información. Por ejemplo, el Indicador de Tipo Myers-Briggs (MBTI), que divide a las personas en categorías según su forma de tomar decisiones y su enfoque a la hora de recopilar información, es una evaluación muy popular.
Entre los distintos estilos cognitivos identificados y aceptados, como los alumnos visuales, auditivos y cinestésicos, cada uno de ellos tiene su característica distintiva. Los visu <ÿ> <idx> <fonet/></fonet>ales son los que captan un concepto mirando diagramas y utilizando ayudas visuales. Los que aprenden de forma auditiva son los que tienen más éxito cuando reciben instrucciones habladas. Además, los alumnos cinestésicos tienen que realizar tareas prácticas que les resultan más eficaces. El conocimiento de estos estilos llevaría a ajustar los métodos de instrucción y formación de los profesores y los empresarios y, por tanto, provocaría un mayor grado de interés de los alumnos y empleados y una mejor comprensión de una materia.
La evaluación de estilos cognitivos es una herramienta muy eficaz para mejorar el clima social y emocional en los equipos de trabajo y lo hace ayudando a los miembros del equipo a comprender y apreciar la diversidad de estilos de pensamiento que tienen. Los líderes pueden mejorar la adecuación al trabajo, la colaboración y la innovación de su equipo si, en primer lugar, identifican el bagaje individual que lleva cada miembro y, en segundo lugar, asignan los papeles en función de las preferencias personales. Un equipo, por ejemplo, podría beneficiarse de la cooperación de un pensador global con una persona orientada a los detalles, garantizando al mismo tiempo la creatividad y una aplicación exhaustiva.