Activación cognitiva
Activación cognitiva es el nombre de las estrategias instructivas que hacen pensar a los alumnos, haciéndoles aplicar sus conocimientos de forma más comprometida. La importancia de este método puede apuntarse en la dirección de proporcionar una comprensión más profunda y obtener una memoria a largo plazo que, a su vez, ayude a los alumnos a relacionar conocimientos previos.
Uno de los métodos más útiles para fomentar la activación cognitiva de los alumnos es el uso de preguntas abiertas que promuevan el debate, mientras que la técnica de aprendizaje basado en problemas, en la que los alumnos encuentran soluciones a problemas de la vida real, puede utilizarse adicionalmente junto con ella. Por otra parte, las actividades de reflexión, emparejamiento y puesta en común son las que permiten a los alumnos pensar, emparejarse y compartir ideas sobre un tema concreto. Además, por ejemplo, el profesor puede plantear a los alumnos un problema que consideren difícil pero que esté interrelacionado con el tema que tratan, lo que puede suscitar un gran interés por discusiones más extensas en la clase.
La activación cognitiva es una de las formas de motivar a los alumnos para que participen en actividades que les impliquen en el proceso de asumir la responsabilidad de aprender. Mediante la participación, los alumnos pueden aprender más hechos reales y reflexionar más profundamente sobre los temas. En los estudios realizados se ha comprobado que el uso de estrategias de activación cognitiva en las aulas se asocia a un mejor rendimiento académico y a una mayor motivación de los alumnos.</form>
La activación cognitiva considera que la retroalimentación es clave para su existencia. Esto se debe a que no sólo permite a los estudiantes hacer un seguimiento de su progreso académico, sino que también les da la oportunidad de reconocer sus déficits. Un feedback mínimo y constructivo puede impulsar el pensamiento automático y el autoexamen de los alumnos. Un buen ejemplo de ello es un profesor que establece las áreas específicas de corrección tras la actividad de grupo, lo que lleva a los alumnos a replantearse sus planes y, por tanto, a una mejor comprensión de la materia.
Por supuesto, la activación cognitiva puede integrarse con éxito en el aprendizaje en línea a través de herramientas interactivas como foros de debate, proyectos de colaboración y cuestionarios de pensamiento crítico. Por ejemplo, la aplicación de salas de reuniones en el software de videoconferencia permite a los alumnos participar en debates en grupos reducidos, fomentando así la activación cognitiva y el trabajo entre iguales aunque se encuentren en un entorno virtual.