Juegos de simulación en el aula
Los juegos de simulación de clase son actividades vivas y características que suelen imitar situaciones reales para aprender y mezclarse sólo entre alumnos. Son similares a los juegos casuales y se basan principalmente en interfaces gráficas para enseñar determinadas materias. Estos juegos digitales proporcionan una experiencia de aprendizaje visualizada del tema e implican la resolución de problemas por ensayo y error en un entorno seguro. Este estilo de aprendizaje suele denominarse juegos serios guiados por instructor o aprendizaje basado en juegos (GBL). En ellos, los alumnos \u2013 especialmente aunque no sólo \u2013 los niños y adolescentes, aprenden jugando y se les permite fracasar y, por tanto, aprender. Mediante la participación activa de los alumnos en la creación de reglas de juego y soluciones a los conflictos, se mejora la eficacia del juego como herramienta de enseñanza. Aquí, con la ayuda del profesor, los alumnos descubren por sí mismos una forma fiable de resolver el problema. Los ejercicios de juego real y los juegos son la mejor manera de estimular a los alumnos y hacer que se comprometan con la materia de una forma viva. Una de las principales características del aprendizaje basado en proyectos que destaca es el diseño del proyecto por parte de los propios alumnos. Los formatos de juego introducen elementos novedosos y los disponen en nuevas premisas de trabajo, de modo que facilitan el desarrollo de un entorno constructivista. Dicho entorno se caracteriza no sólo por las actividades de los constructores, sino también por una atmósfera adecuada.
Los juegos de simulación en el aula están a la vanguardia de la pragmática, con algunas ventajas además. Entre ellas, el lanzamiento de la implicación y el interés de los alumnos, el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas, y también la aplicación de teorías en contextos pragmáticos. Por ejemplo, un juego de simulación empresarial puede ayudar al alumno a percibir la dinámica del mercado y los procesos de toma de decisiones, y un juego de rol en historia puede profundizar su comprensión de los acontecimientos históricos mediante la inmersión en el mundo real de los hechos.
La incorporación de juegos de simulación en el aula es muy eficaz si los profesores siguen los pasos necesarios para cumplir los objetivos de aprendizaje, dotar a los alumnos de la información básica necesaria y proporcionarles instrucciones y roles bien definidos. Además, es muy importante realizar una sesión informativa después de la simulación para facilitar la reflexión personal y el debate en grupo, ayudando así a los alumnos a destacar la parte relevante de su experiencia para el plan de estudios. Por ejemplo, un profesor de ciencias puede ilustrar el concepto de biodiversidad en un ecosistema utilizando un simulador y un debate posterior sobre cuestiones ecológicas de la vida real.
Existen numerosos tipos de juegos de simulación en el aula, como los juegos de rol, los juegos de negocios y las simulaciones digitales. Los alumnos pueden adoptar papeles opuestos en distintas situaciones y cultivar así la empatía y la comprensión a través de los juegos de rol. Las simulaciones empresariales, como "The Business Strategy Game", sumergen a los estudiantes en la competencia del mercado, mientras que las simulaciones virtuales, por su parte, como "SimCityEDU", proporcionan plataformas para aprender planificación y gestión de forma interactiva.
Algunas de las dificultades a las que se enfrentan los educadores son la escasez de tiempo, la falta de recursos eficaces suficientes y la diversidad de niveles de preparación de los alumnos. Una parte de los alumnos se echa atrás en las tareas de simulación debido al formato abierto y libre, mientras que a otros hay que darles operaciones más estructuradas. Los profesores pueden dar el primer paso, por ejemplo, empezando con las simulaciones menos complejas pero similares, ayudando a los alumnos con andamiaje y dándoles el apoyo necesario, además de asegurarse de que todos los alumnos pueden participar en el ejercicio de forma significativa y, de este modo, aprender de él.