Sensibilización sobre la diversidad en el aula
La conciencia de la diversidad en el aula es el reconocimiento y la comprensión de las diferentes variaciones culturales, sociales y personales que se dan en una clase. Desempeña un papel importante en la creación de una comunidad en la que cada estudiante es respetado y valorado por la mezcla única de su experiencia vivida, lo que a su vez mejora el aprendizaje y promueve la armonía social.
Al difundir el conocimiento de la diversidad en el aula, se enriquecerá la capacidad de comunicación de los alumnos, ya que les insta a ser empáticos y respetuosos con otros puntos de vista. Por ejemplo, cuando los alumnos hablan de sus variaciones culturales, desarrollan la capacidad de ver las cosas a través de los ojos de los demás, utilizándola así en grupo y mejorando su cooperación mutua. Además, un entorno variado en el aula puede ser la razón del aumento de las calificaciones académicas porque todos los alumnos sentirán que pertenecen a un grupo y estarán más motivados.
Una de las formas en que los profesores pueden aplicar los esquemas de conocimiento de la diversidad es integrando la educación multicultural en su plan de estudios, utilizando diversos materiales didácticos y estableciendo un ambiente en el aula que glorifique las diferencias. Por ejemplo, pueden incluir lecturas que procedan de distintas culturas o disponer que oradores invitados compartan sus historias. Participar en tareas de grupo que exijan la cooperación con distintos alumnos es otra forma de desarrollar valores como el respeto y el aprecio por las diversas culturas.
Los estudiantes tienen un papel importante que desempeñar en el aumento de la conciencia de la diversidad en una clase a través de interacciones activas entre ellos, compartiendo sus propias culturas y promoviendo la inclusión entre sus compañeros. Por ejemplo, los programas iniciados por los estudiantes, como las ferias multiculturales o los clubes de diversidad, estimulan a los demás a participar y aprender sobre las distintas culturas. Además, al ser responsables de su comportamiento y sus creencias, serían ellos los que crearían el entorno que señala el respeto y la aceptación de las diferencias de cultura y que hace que los malentendidos sean menores. Los estudiantes pueden marcar tendencia en este tipo de iniciativas.
Los centros escolares disponen de varios medios para averiguar el buen funcionamiento de sus programas de concienciación sobre la diversidad, como la obtención de encuestas, las sugerencias de alumnos y padres, y el estudio de las calificaciones académicas y las pautas de socialización en el aula para saber si los alumnos se sienten incluidos. Una forma de hacerlo es realizando encuestas anónimas que serán un buen instrumento para localizar las percepciones de los alumnos sobre la inclusividad y el respeto a la diversidad. Además, la recogida de datos sobre el papel de los alumnos en la interacción y la participación en los programas de diversidad podría ser otra fuente de información sobre su eficacia.