Desarrollar la capacidad de investigación
Desarrollar habilidades de investigación es sinónimo de aprender la capacidad de buscar, evaluar y utilizar adecuadamente todo tipo de información procedente de distintas fuentes. Estas habilidades son la clave para obtener buenos resultados académicos, tomar decisiones acertadas y perseguir plenamente el conocimiento, ayudando a las personas a criticar y utilizar de forma racional y sencilla la enorme cantidad de datos disponibles.
Las técnicas de investigación eficaces representan una amplia mezcla de los mecanismos básicos: encontrar materiales creíbles, plantear preguntas de investigación, realizar exploraciones en profundidad y combinar ideas. Por ejemplo, un alumno que escriba un artículo de investigación debe ser capaz, en primer lugar, de determinar las revistas académicas y las fuentes bibliográficas fiables, especificar la información exacta que necesita, buscar en bases de datos adecuadas y, a continuación, analizar y formular ideas a partir de hechos relacionados con ese campo específico para reafirmar su punto de vista.
La mejora de las habilidades de investigación es muy posible mediante la aplicación práctica y el uso de diferentes recursos. Una de las formas de mejorar las propias habilidades de investigación es mediante acciones como la formación formal en metodología de la investigación, la asistencia a talleres y la práctica con bases de datos académicas como JSTOR o Google Scholar. Esto se suma a la práctica de la investigación en línea con la ayuda de bases de datos académicas como Google Scholar o JSTOR. Otra forma de avanzar en los procedimientos es que, al asistir a los proyectos de investigación que no obtienen financiación, el escritor tiene la oportunidad de hacer preguntas. Además, la comunicación activa con profesores [académicos] y estudiantes fomenta el intercambio de opiniones y, por tanto, el conocimiento de las habilidades en las que hay que trabajar para ser mejor investigador.
Al poner en práctica una amplia gama de recursos y herramientas digitales, la tecnología es capaz de hacer avanzar mucho las capacidades de investigación. Las bases de datos en línea, los libros electrónicos y los motores de búsqueda no sólo agilizan la búsqueda de información, sino que también la amplían. Por ejemplo, los gestores de citas (como Zotero o EndNote) son los gadgets que organizan los materiales de investigación y preparan correctamente los formatos de las citas, lo que supone un gran apoyo para la investigación.
El pensamiento crítico es una habilidad clave para una buena investigación porque permite determinar si las fuentes de datos son fiables y pertinentes. La falta de datos y los sesgos pueden evitarse si los investigadores cuestionan la credibilidad de la información y tienen en cuenta opiniones diversas. Por ejemplo, durante un estudio sobre el cambio climático, el investigador evaluó críticamente los factores que motivaron diferentes estudios para llegar a una conclusión más imparcial.