Crear asociaciones con los padres
La construcción de una asociación de padres es, en realidad, la colaboración entre los educadores y las familias para apoyar el aprendizaje y el bienestar de los niños. La construcción de relaciones comunicativas entre educadores y familias es también el proceso de creación de confianza, la responsabilidad compartida del éxito de los alumnos y, por lo tanto, el resultado directo de este proceso es la mejora real de los resultados de aprendizaje de los alumnos.
La importancia de la colaboración de los padres aumenta debido a que multiplica el rendimiento de los alumnos, crea un comportamiento positivo y mejora la participación de los padres en los actos escolares. Por ejemplo, cuando los padres se preocupan por los estudios de sus hijos, los promueven en casa, lo que provoca un aumento del rendimiento escolar del niño.
Los métodos prácticos para motivar a los padres pueden consistir en organizar talleres informativos que les formen sobre el plan de estudios, invitarles a participar en diversas tareas dentro de las clases de sus hijos y enviarles boletines u otras plataformas digitales para mantenerles al día de las actividades escolares. Por ejemplo, un colegio puede organizar una noche de alfabetización familiar en la que se enseñe a los padres distintas estrategias para ayudar a sus hijos a leer en casa.
Las escuelas pueden abordar los obstáculos a la participación de los padres señalando dificultades concretas como las diferencias lingüísticas, los horarios de trabajo o la falta de transporte. La flexibilidad de los horarios de las reuniones, los servicios de traducción y la participación virtual pueden contribuir eficazmente a la participación de los padres. Por ejemplo, una escuela puede celebrar las reuniones en línea para adaptarse a los padres que trabajan.
La comunicación es crucial a la hora de establecer alianzas con los padres. Es el medio de dejar las cosas claras y permitir que crezca la confianza. Los centros pueden enviar notificaciones periódicas sobre el desarrollo de los alumnos, los acontecimientos escolares y los recursos a través de distintos medios, como llamadas telefónicas, correos electrónicos o redes sociales. Un buen ejemplo de ello es el caso de una escuela que envía correos electrónicos semanales para proporcionar la información necesaria a los padres y estimular así su participación.