Construir conceptos numéricos
La construcción de conceptos numéricos significa la comprensión y las habilidades prácticas de un niño con los números, los patrones y las operaciones matemáticas. Construirlos es, de hecho, el primer paso para enseñar a los niños a resolver problemas y hacer deducciones lógicas, lo que, a su vez, es una base para aprender matemáticas con antelación y utilizarlas en su vida cotidiana.
Los conceptos numéricos se basan en tres componentes principales: el sentido numérico, que permite comprender cantidades y relaciones; las operaciones, como la suma, la resta, la multiplicación y la división; y los patrones y relaciones, como el reconocimiento y la creación de patrones. Por ejemplo, un niño puede desarrollar el sentido numérico contando objetos o comparando cantidades, mientras que las operaciones pueden enseñarse mediante sencillos problemas de palabras.
El apoyo de los padres en el área de la aritmética elemental es posible a través de su participación en diversas actividades sociales que impliquen contar, medir y resolver problemas en las que impliquen a sus hijos. Por ejemplo, mientras preparan juntos la comida pueden introducir el concepto de fracciones y medidas, y mientras juegan a juegos de mesa pueden potenciar las habilidades de conteo y el pensamiento estratégico de los niños. Animar a los niños a hablar de números en situaciones cotidianas les permite establecer vínculos entre los conceptos matemáticos y los acontecimientos de la vida real.
La importancia del juego se pone de manifiesto en el desarrollo de los conceptos numéricos, ya que crea una plataforma para que los niños aprendan métodos matemáticos de forma lúdica. En los juegos que implican sumas, restas o pesos, los niños pueden aprender habilidades numéricas con facilidad. Por ejemplo, construir edificios con bloques puede enseñar la visualización en 3D y la práctica del recuento, mientras que desempeñando el papel de cliente de una tienda pueden aprender dinero y transacciones.
La enseñanza eficaz de los conceptos numéricos en el aula puede llevarse a cabo utilizando herramientas prácticas como bloques y fichas, artículos manipulativos, ayudas visuales como tablas y gráficos, y juegos que fomenten el trabajo en equipo y la capacidad de resolver problemas. Un ejemplo es el uso de una recta numérica en la enseñanza de la suma y la resta, que demuestra aún más la idea de sumar o restar de un número, facilitando la comprensión de las operaciones.