Construir la comprensión conceptual
El proceso de asesoramiento constructivista se extiende a ayudar a los alumnos a comprender los elementos fundacionales y los estilos que constituyen una disciplina. Este método señala la relación entre los conceptos y no su aprendizaje de memoria, promoviendo así un aprendizaje más profundo y la capacidad de utilizar estos conocimientos en la práctica.
Las principales estrategias que pueden utilizarse eficazmente son el uso de elementos visuales como diagramas y modelos, el fomento de debates que permitan a los alumnos parafrasear sus ideas y la introducción de ejemplos del mundo real. Como ejemplo, puede decirse que utilizar trozos de pizza al enseñar fracciones puede facilitar que los alumnos vean y comprendan el concepto.
Lo que puede hacer un alumno con conocimientos conceptuales algebraicos es comprender el razonamiento, más que los pasos mecánicos, de la resolución de ecuaciones; en cambio, una persona con conocimientos procedimentales únicamente sabría cómo hacerlo.
Crear comprensión conceptual es muy importante porque con su ayuda los alumnos adquieren las habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas que les permiten utilizar sus conocimientos e información en distintas situaciones. Un ejemplo concreto es que un alumno que comprende las leyes básicas de la física es capaz de entender mejor los sucesos cotidianos, como el movimiento de una montaña rusa, en términos de fuerzas implicadas, en lugar de limitarse a recordar las ecuaciones correspondientes.
La tecnología tiene el potencial de mejorar la comprensión conceptual de los alumnos mediante interacciones virtuales, software educativo y recursos en línea que proporcionan información en tiempo real. Por ejemplo, utilizando PhET, una plataforma interactiva, es posible que los alumnos realicen experimentos de teorías científicas en un entorno simulado, por lo que el conocimiento científico se vuelve más complejo.