Programación por bloques
La programación por bloques es un método avanzado de enseñanza que reorganiza la jornada escolar en periodos más largos, que suelen durar de 70 a 90 minutos, fomentando así una comprensión más profunda de las asignaturas. Además, aumenta la participación de los alumnos gracias a un menor número de transiciones entre clases.
Entre las notables ventajas de la programación por bloques se incluye la concesión de un mayor tiempo lectivo para aprender en profundidad el filósofo destacado y cubrir el material de forma exhaustiva el autor del libro. Además, es una forma más eficaz de organizar el horario de clase, ya que habrá menos cambios de clase, lo que supondrá menos estrés para los alumnos y una concentración excepcional. Por poner un ejemplo, en una clase de ciencias se podrían hacer experimentos a largo plazo que serían casi imposibles de incluir en un horario convencional.
La programación por bloques puede aumentar la implicación de los alumnos en mayor medida gracias a la disponibilidad de periodos de tiempo más largos para proyectos colaborativos, debates y actividades prácticas. Este formato consiste sobre todo en aprender haciendo y, como los alumnos tienen la oportunidad de profundizar en los temas sin las frecuentes interrupciones provocadas por las otras clases, son más activos en su aprendizaje. A modo de ejemplo, una clase de historia puede ser un proyecto largo que implique un planteamiento de varios días, lo que da a los niños la oportunidad de debatir ampliamente los temas.
La introducción del horario por bloques puede enfrentarse a ciertos obstáculos, como el escepticismo de los profesores y los padres, acostumbrados al horario normal, y cursos adicionales para que los profesores aprendan a ajustar las prácticas docentes. Además, puede crear dificultades con los programas extraescolares y la gestión del transporte. Los profesores también tendrán que idear un plan sobre cómo impartir las clases y utilizar las instalaciones adecuadamente para que el nuevo horario funcione.
Los profesores son los que pueden adaptarse eficazmente a las clases con horario en bloque utilizando múltiples métodos pedagógicos prácticos durante ese tiempo. Los tipos de actividades que podrían sugerirse son la aplicación del aprendizaje basado en proyectos, el trabajo en grupo y el tiempo para la reflexión y la evaluación. Por ejemplo, un profesor de matemáticas podría preparar una unidad en la que no sólo se enseñara directamente, sino que también se resolvieran problemas en colaboración y se realizaran prácticas individuales, y asegurarse de que todos los alumnos participaran durante la clase, que es más larga de lo habitual.