Aprendizaje autónomo
Un proceso de aprendizaje autodidacta que implica que los alumnos inician la idea determinando lo que necesitan aprender, fijando sus propios objetivos, buscando recursos y evaluando sus progresos es el aprendizaje autónomo. Se centra principalmente en la responsabilidad y el impulso personales, por lo que es una parte importante del concepto de aprendizaje permanente y de la capacidad de adaptarse a los rápidos cambios de la sociedad.
La automotivación, la fijación de objetivos, el ingenio y la autoevaluación son características esenciales del aprendizaje autónomo. En lugar de seguir la pista de lo que tienen que aprender o de que les digan lo que tienen que aprender y evaluar sus conocimientos, los alumnos llevan a cabo su viaje de aprendizaje decidiendo lo que necesitan aprender, buscando materiales o experiencias pertinentes y juzgando su comprensión y sus progresos. Por ejemplo, un estudiante puede adquirir un nuevo lenguaje de programación, como HTML, siguiendo cursos en línea, leyendo libros electrónicos y aplicando los conocimientos aprendidos en proyectos personales.
De ahí los esfuerzos de los educadores por impulsar el aprendizaje autónomo. Una forma de conseguirlo es fomentar un entorno de aprendizaje propicio que permita a los alumnos descubrir y estudiar de forma autónoma. Puede lograrse poniendo a disposición de los estudiantes una amplia gama de recursos; animándoles a desarrollar una mentalidad de crecimiento; y enseñándoles sobre metacognición para que puedan evaluar su propio aprendizaje. Un buen ejemplo de ello es cuando los profesores utilizan métodos de aprendizaje basados en proyectos, permitiendo a los estudiantes elegir sus proyectos individuales a partir de los temas de su elección, lo que a su vez conduce a la responsabilidad de los estudiantes.
Los beneficios que conlleva el aprendizaje autónomo son una mayor implicación en la actividad, un mejor pensamiento crítico, por no mencionar el desarrollo de mejores habilidades para resolver problemas. Al emprender las operaciones, los alumnos que aprenden de forma autónoma adoptan, como es lógico, un papel más activo y desarrollan una apreciación más completa de la materia. A modo de ejemplo, un alumno que busca un tema por su cuenta e investiga puede memorizarlo mejor que el que permanece pasivo y recibe los datos directamente en una clase.
El aprendizaje autónomo puede presentar dificultades a los alumnos, como la falta de impulso, la evaluación de sus puntos débiles y el establecimiento de límites de tiempo. Si se le deja solo, puede que no sepa qué estrategias de aprendizaje utilizar o que no sea capaz de disciplinarse. Una ilustración de esto es que una persona o alumno puede tener problemas para ceñirse a su proyecto autoinstruido al encontrar cosas que le distraen, por lo que, como resultado, uno necesita cultivar la capacidad de autorregularse.【/Rephrasily】