Tecnología asistencial
La tecnología de apoyo es cualquier herramienta, programa o dispositivo que las personas no formales utilizan para desenvolverse en la vida cotidiana. Estas cosas son muy importantes porque les ayudan a ser más independientes, a llevar una vida mejor y a tener las mismas oportunidades que cualquier otra persona en el trabajo y el aprendizaje.
Ayudas a la movilidad como sillas de ruedas y andadores, dispositivos de comunicación como los generadores de voz y aplicaciones informáticas como lectores de pantalla o programas de conversión de texto en voz son las categorías habituales de tecnología de apoyo. Cada tipo está diseñado específicamente para determinadas necesidades, de modo que las personas puedan moverse en su entorno, comunicarse con claridad y tener acceso a la información.
La tecnología de apoyo ayuda a los alumnos con discapacidad permitiéndoles disponer de herramientas de aprendizaje y participación en clase para aprender y aprender a utilizarlas en el aula. Por ejemplo, los alumnos con deficiencias visuales pueden utilizar programas de ampliación de pantalla o braille para leer materiales, mientras que los que padecen dislexia pueden recurrir a herramientas de conversión de texto en voz para facilitar la comprensión lectora. Esta tecnología no sólo favorece el rendimiento académico, sino que promueve un entorno de aprendizaje más integrador.
Normalmente, uno tiene que enredarse en los tecnicismos de una vía de adquisición de tecnología de apoyo, que suele implicar una evaluación profesional exhaustiva como la de un terapeuta ocupacional o un profesor de educación especial, que señala las necesidades específicas de la persona. Una vez concluida la evaluación, el profesional da sus recomendaciones. A continuación, se identifican las opciones de financiación adecuadas, que pueden incluir cobertura de seguros o subvenciones, para facilitar a la persona la compra o el alquiler de las herramientas que necesita.
En el entorno profesional, la tecnología adaptativa sorprende por los dispositivos de ayuda que se utilizan para garantizar que las personas con discapacidad puedan desempeñar el trabajo como es debido. Por ejemplo, las personas con discapacidad física pueden disponer de un puesto de trabajo ergonómico, software adaptativo para las personas con deficiencias cognitivas y audífonos o dispositivos de amplificación para los empleados con pérdida de audición. Estas adaptaciones, además de mejorar la productividad, contribuyen a crear un lugar de trabajo diverso.