Dispositivos de ayuda al aprendizaje
Los dispositivos de aprendizaje asistivo están pensados para que los utilicen las personas con dificultades de aprendizaje, ya que pueden aprender con su ayuda. No solo permiten enseñar materias que de otro modo no sería posible para esos alumnos, sino que además fomentan la inclusión y mejoran los resultados de aprendizaje de los alumnos en la mayoría de los casos.
Los dispositivos de ayuda al aprendizaje más habituales son las aplicaciones de texto a voz, que leen textos para personas con dificultades lectoras; los audiolibros, que permiten a los estudiantes escuchar literatura; y el software de reconocimiento de voz, que se utiliza para ayudar a los usuarios a (des)dictar textos a partir de la voz. Junto a esto, otras herramientas como los organizadores gráficos y las calculadoras especializadas figuran entre los medios de ayuda para organizar y resolver problemas, respectivamente.
Los dispositivos de aprendizaje asistivo están pensados para ayudar a los alumnos discapacitados a aprender en función de sus dificultades específicas. De hecho, los estudiantes disléxicos pueden utilizar la tecnología de texto a voz, que les ayuda a leer y escribir mejor, y por otra parte, los estudiantes con discapacidad visual pueden utilizar lupas de pantalla o pantallas Braille. Al utilizar estas herramientas, los alumnos no sólo mejoran su aprendizaje, sino que también adquieren mayor independencia académica.
El uso de dispositivos de ayuda al aprendizaje no es exclusivo de los alumnos diagnosticados con discapacidad. Lo utilizan todos los alumnos, ya sean estudiantes normales o cualquier otra persona que tenga dificultades con la enseñanza tradicional. Por ejemplo, los estudiantes de inglés pueden utilizar aplicaciones de traducción para seguir leyendo. Del mismo modo, un estudiante con dificultades de atención puede regular su tiempo y utilizar una aplicación de organización para mantenerse concentrado. El uso de estos dispositivos ayuda a fomentar un entorno de aprendizaje inclusivo para todos los alumnos.
La mejor manera de que los profesores integren los dispositivos de ayuda al aprendizaje es llevar a cabo una evaluación de sus alumnos y seleccionar las herramientas que cumplan los requisitos específicos. La formación sobre la utilización de estos dispositivos es fundamental. También es necesario proporcionar apoyo y motivación continuos. La tecnología como parte del plan de clase, por ejemplo, la incorporación de software interactivo o recursos multimedia, puede aumentar aún más el nivel de compromiso y mejorar la calidad del aprendizaje.