Pedagogía basada en los activos
La pedagogía basada en los activos es un método de enseñanza que pone el foco en los puntos fuertes y los activos de los alumnos junto con sus comunidades en lugar de concentrarse en los defectos. Gracias a esta técnica, los profesores pueden crear entornos abiertos a todos utilizando los conocimientos, las habilidades y los antecedentes culturales de sus alumnos; a su vez, se fomenta ese empoderamiento y la participación en el proceso académico.
Reconocer la fuerza presente en los alumnos, apreciar la diversidad cultural y promover el aprendizaje colaborativo son los principios vitales de la pedagogía basada en los activos. Los profesores que recurren a esta metodología pretenden crear un espacio en el que las historias y experiencias de los alumnos se reconozcan y se incluyan en el plan de estudios. Un ejemplo pertinente podría ser el de un profesor que incorporara los relatos culturales de los alumnos a una clase de alfabetización, estableciendo así una conexión personal con el texto.
La Pedagogía Basada en Activos es una metodología de enseñanza que destaca por ser muy diferente de los enfoques basados en el déficit, que hacen hincapié sobre todo en lo que los alumnos carecen o son incapaces de hacer. Los modelos basados en el déficit a veces pueden ser una invitación a las bajas expectativas y al abandono, mientras que los enfoques basados en los activos reconocen lo que los alumnos ya saben y pueden hacer y, por lo tanto, son los mejores para fomentar la pertenencia y la motivación. Siguiendo con el ejemplo, en una clase de matemáticas, las dificultades de un determinado alumno no se identifican como una carencia, sino que el enfoque basado en los activos identifica el pensamiento matemático del alumno y lo toma como base para aprender mejor.
La implicación de los educadores en la pedagogía basada en los activos es sin duda una razón de peso para que empiecen por centrarse en aprender lo que sus alumnos tienen que aportar, lo que incluye sus antecedentes, intereses y puntos fuertes. Deben trabajar para hacer del aula un lugar inclusivo y de apoyo en el que los alumnos se sientan valorados y capacitados para motivar el intercambio de sus experiencias. Un caso podría ser el de un profesor que realiza entrevistas o encuestas para recabar información sobre los diferentes intereses de los alumnos y luego utiliza esta información para preparar el debate que está estrechamente relacionado con la vida y la comunidad de los alumnos.
En una pedagogía basada en los activos, podríamos encontrar un ejemplo en un proyecto comunitario en el que los estudiantes de secundaria colaboran con organizaciones locales para abordar los problemas de la comunidad. Los estudiantes son capaces de utilizar su conocimiento de la cultura local y los retos de la comunidad local como herramientas principales para encontrar las soluciones que necesitan al final. De este modo, el proyecto repercute no sólo en el aprendizaje, sino también en el desarrollo personal de los estudiantes, que experimentan un sentido de agencia al conectar con su comunidad, aprendiendo así de forma práctica de su educación.