Orientación anticipada
La orientación anticipatoria es una idea proactiva en la atención pediátrica que incluye dar a los padres y cuidadores información y recursos para prepararse para las etapas de desarrollo y los problemas de sus hijos. Este asesoramiento es vital, ya que fomenta el desarrollo saludable del niño y desarrolla prácticas de crianza eficaces.
La orientación anticipatoria tiene como principal objetivo dotar a los padres y cuidadores de los conocimientos y herramientas necesarios para afrontar los hitos del desarrollo de su hijo y los posibles retos. Se trata de tratar temas como la nutrición, la gestión del comportamiento, la seguridad y el bienestar emocional, que pueden cambiar mucho el curso del crecimiento y la salud del niño. Por ejemplo, durante una visita de control, el pediatra puede explicar al niño cómo puede comer alimentos sanos cuando empieza a tomar alimentos sólidos.
La orientación preventiva periódica debe ofrecerse en el curso de las visitas pediátricas, normalmente durante las revisiones del niño sano. La Academia Americana de Pediatría aconseja ciertos temas de orientación a distintas edades, como a los 2 meses, a los 6 meses, a los 12 meses y en la primera revisión anual. En cada revisión se hace hincapié en las dificultades de la edad correspondiente para ayudar a los padres a afrontar los retos que supone que su hijo crezca. Por ejemplo, en la visita de los 12 meses, la orientación puede incluir información sobre cómo fomentar el desarrollo del lenguaje y controlar el comportamiento de los niños pequeños.
La orientación anticipatoria es un tema que abarca muchas áreas, como la nutrición, la actividad física, los hábitos de sueño, las medidas de seguridad (como el asiento del coche y la seguridad en el hogar), los problemas de comportamiento y la concienciación sobre la salud mental. Un pediatra podría mencionar el tema del sueño y la recomendación de establecer una hora fija para dormir en preescolares, En una visita específica a preescolares durante una discusión sobre la importancia de establecer una rutina consistente a la hora de acostarse y estrategias para abordar la ansiedad por separación al empezar el colegio. Estas conversaciones allanan el camino para que los padres puedan abordar sistemáticamente estos problemas antes de que se conviertan en extremos.
La orientación anticipatoria -como herramienta y como método- es importante sobre todo porque dota a los padres y cuidadores de los conocimientos y las herramientas estratégicas necesarios para apoyar eficazmente el desarrollo de sus hijos. Al gestionar los posibles problemas antes de que surjan, los cuidadores pueden crear un entorno sano y enriquecedor que, a su vez, fomente un crecimiento saludable y, por supuesto, reduzca la ansiedad sobre la crianza y ayude a consolidar las relaciones entre padres e hijos. Por ejemplo, si el profesional sanitario enseña a la madre los signos de retraso del desarrollo, podrá remitir a su hijo a la intervención necesaria a una edad más temprana, lo que repercutirá positivamente en el futuro del niño.